Larrubia salva un amistoso que confirmó que faltan refuerzos

El técnico malaguista, Sergio Pellicer, quiso aprovechar el contexto de un partido a puerta cerrada, sin la presión del público y con la sensación de un partido de entrenamiento, para repartir oportunidades entre los efectivos que menos minutos han tenido durante lo que va de pretemporada, pero el resultado fue alarmante. El exceso de jóvenes demasiado cándidos y la participación directa de los dos últimos fichajes sin apenas rodaje y entrenamientos con el equipo fueron la mezcla perfecta para ver los peores momentos del Málaga este verano.

Faltó casi de todo y la cara de Pellicer en el banquillo era muy elocuente. Ni un tiro a puerta, ni una jugada hilvanada con fluidez. La excesiva separación entre líneas permitió jugar a su antojo al San Fernando, que logró anotar pasada la media hora gracias a un contragolpe que pilló descolocada a la defensa. Moussa, intentando despejar, metió la pelota en propia portería alimentando la desesperación. Lo único positivo de los primeros 45 minutos es que se pudieron ver a tiempo las carencias de una plantilla que ahora mismo es corta para cumplir con la exigencia de la siguiente temporada.

Por suerte, el Málaga salvó la tarde en la segunda parte con la entrada al campo de los titulares. El partido fue totalmente diferente tras el descanso y el plantel blanquiazul sí empezó a funcionar con lo que ya se puede detectar como un once tipo. La principal diferencia con al primera parte fue que sí se vio a un equipo capaz de combinar y juntar líneas para superar al rival. Los titulares elevaron la intensidad y demostraron más calidad en todos los aspectos. La entrada de Dani Lorenzo, Kevin y Larrubia fue clave. Su actitud hizo que el equipo volviese a mirar hacia la portería contraria.

Gracias a esa intensidad y al desparpajo de cara a la meta rival llegó el tanto del empate sobre la hora del choque. La jugada es un perfecto resumen del cuarto ensayo de pretemporada. Kevin corrió hasta la línea divisoria en el centro del campo para recuperar un balón que Larrubia mimó para acomodarlo a su zurda y rematar desde la frontal directo a la escuadra. Un 'golazo' que rompió con el mal sabor de boca que dejó la actuación del conjunto malaguista durante la primera parte.

Sin duda este último ensayo de pretemporada es un aviso claro de que es necesario hacerse con más refuerzos de nivel porque si bien hay un once titular interesante, faltan recursos para elevar la competencia y poder lucharle cara a cara a los cocos que vienen como Murcia o Ibiza. La siguiente prueba del Málaga será el sábado contra otro rival directo la próxima temporada, el Algeciras, el sábado a las 19.30 horas.