El Málaga se estrella contra un muro y no pasa del empate en un partido táctico (0-0)

Cuando más apretaba el Málaga, en la recta final del choque, llegó la polémica al expulsar el colegiado a Ferreiro en lo que pareció un importante error al mostrarle la segunda amarilla. Esto provocó que los blanquiazules disputaran trece minutos en inferioridad, cuando esperaban romper la telaraña defensiva visitante con varios 'jugones' en el campo. La decisión del árbitro dio alas al Murcia, que, pese a la ventaja, tampoco inquietó lo que se esperaba en busca de un resultado mejor. Y tampoco señaló un posible penalti sobre Víctor García.

La carrera del cuadro malagueño para escalar posiciones sigue en marcha al acortar distancias con el Ibiza, que pinchó, pero en esta ocasión tampoco pudo hacerse en La Rosaleda con un triunfo que le hubiera relanzado en esa zona alta de la tabla. Su primer ensayo de cara a los 'play-off', de esta manera, acabó en tablas frente a un rival que llegaba enrachado. Las dificultades para vencer en casa vuelven a colocarse como una de las carencias fundamentales a las puertas de la fase de ascenso.

Pellicer 'sorprendió' al repetir el mismo once inicial de la semana anterior, el que venció en el campo del filial del Atlético. Otras veces seguramente quiso hacerlo, pero las circunstancias le obligaron a realizar algunos retoques. En este caso ha podido mantener a los mismos hombres y no vio necesario modificar ninguna posición por tratarse de jugar en La Rosaleda ni por las características del rival, uno de los más en forma de la competición. Y el sistema también se mantuvo, con cuatro atrás y Roberto arriba como la gran referencia (con Dani Lorenzo de enlace con el ataque).

Los planes de ambos estaban claros desde el arranque: máximo control y mínimos errores. En un partido muy táctico, el Málaga comenzó mandando, pero sin profundidad, ante un rival centrado en parar las primeras acometidas blanquiazules. Poco a poco llegaron algunas aproximaciones de peligro en sendos centros de Víctor García. El trabajo defensivo estaba siendo la clave en dos conjuntos muy fuertes en esa faceta, sin que tuvieran que intervenir los porteros por un lanzamiento a puerta hasta más allá del ecuador de la primera parte. El primer disparo sobre los tres palos con cierta dificultad fue de Genaro.

El Málaga tenía bien atado al rival, recuperaba rápido el balón y buscaba de inmediato la meta contraria gracias a una gran presión en todas las zonas del campo, algo que intentaba también un Murcia que trabajaba como bloque y se mostraba muy contundente, a veces duro. La primera gran oportunidad llegó en un lanzamiento directo de Víctor García y que respondió Manu García con una estirada para lanzar el balón a córner. Desde ahí dominó más el cuadro blanquiazul, pero sin culminar algunas opciones prometedoras.

Y tras el descanso, más de lo mismo: fútbol control y desgaste defensivo generalizado, sin ninguna oportunidad hasta el ecuador del segundo periodo. El Málaga se jugaba más en su campo y lo intentaba, mientras que al Murcia parecía que le fuese suficiente con el empate. El partido llegaba a sus momentos decisivos con un equipo superior, pero con el marcador abierto, a expensas de cualquier detalle que pudiera desequilibrarlo.

Para la última media hora, Pellicer quiso cambiar el rumbo del partido con tres nuevos jugadores: entraron de una tacada Ramón, Ferreiro y Dioni. El técnico prescindió de su goleador Roberto para indagar otras fórmulas en busca del triunfo. Con seis hombres de corte ofensivo, el pretendía disponer de la posesión y frenar de esta manera cualquier intentona visitante. La superioridad técnica de los blanquiazules era clara, pero los remates a portería apenas llegaban.

Kevin reclamó un penalti en una acción de ataque que finalizó en saque de puerta. Pero el gol pudo llegar poco después en un golpeo de Ferreiro que se estrelló en el larguero (era su segunda oportunidad). El cerco a la portería visitante iba en aumento con llegadas de más o menos peligro y acciones a balón parado que no se concretaban. El público seguía expectante a la espera de que algunas de estas jugadas tuvieran un final feliz. Víctor García también pidió la pena máxima en otra incursión en el área del cuadro murciano, pero el árbitro no lo consideró y poco después mostró la segunda amarilla a Ferreiro ante las protestas del equipo blanquiazul y el público.

Tomó entonces el mando el Murcia ante la superioridad motivada por la decisión del colegiado, aunque el Málaga seguía buscando sus opciones en otra exhibición de esfuerzo físico del equipo.