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¡El Málaga está vivo! La piña de sus jugadores en el campo tras la victoria frente al Leganés pasa a ser el principal argumento para soñar con la permanencia. La fe de Chavarría en la última acción, al robar la pelota cuando el portero ... rival había subido al remate, debe marcar el camino hacia la salvación. Ocho puntos parecen muchos, pero no tantos cuando al fin se exhibe afán de competitividad. Hubo que esperar a la segunda parte, tras una primera horrorosa, pero los cambios de Pellicer al descanso resucitaron al equipo para despejar dudas y disparar la ilusión de un milagro.
Málaga | 2 - 0 | Leganés |
51.9% | Posesión del balón | 48.1% |
4 | Tiros a puerta | 0 |
2 | Tiros fuera | 3 |
0 | Tiros al palo | 0 |
15 | Faltas cometidas | 12 |
2 | Tarjetas amarillas | 4 |
0 | Tarjetas rojas | 0 |
53 | Balones recuperados | 54 |
125 | Balones perdidos | 139 |
1 | Fueras de juego | 1 |
6 | Saques de esquina | 5 |
0 | Paradas | 2 |
Málaga | A PUERTA | FUERA | |
Ramalho | - | 1 | ℹ️ |
Pablo Chavarria | 2 | - | ℹ️ |
Junior Wakalible Lago | 1 | - | ℹ️ |
Francisco José Villalba Rodrigo | - | 1 | ℹ️ |
Rubén Castro | 1 | - | ℹ️ |
Málaga | FALTAS | TARJETAS | |
Luis Muñoz | 1 | - | ℹ️ |
Ramalho | 1 | - | ℹ️ |
Genaro Serrano Rodriguez | 2 | - | ℹ️ |
Jozabed | 1 | - | ℹ️ |
Junior Wakalible Lago | 2 | - | ℹ️ |
Francisco José Villalba Rodrigo | 2 | 🟨 | ℹ️ |
Ramón Enríquez | 3 | - | ℹ️ |
Aleix Febas | 2 | - | ℹ️ |
Escassi | 1 | 🟨 | ℹ️ |
Leganés | FALTAS | TARJETAS | |
Nyom | 3 | 🟨 | ℹ️ |
Gonzalo Aguilar | 2 | - | ℹ️ |
Iker Undabarrena | 2 | 🟨 | ℹ️ |
Jorge Sáenz | 1 | - | ℹ️ |
Jorge Miramón | 1 | 🟨 | ℹ️ |
Yacine Qasmi | 1 | - | ℹ️ |
Fede Vico | - | 🟨 | ℹ️ |
Yvan Neyou | 1 | - | ℹ️ |
Rubén Pardo | 1 | - | ℹ️ |
Parece mentira que el Málaga se jugara tantísimo, probablemente su última baza para soñar con la permanencia, porque la actitud de sus futbolistas no fue precisamente la adecuada de salida. ¿Dónde estaban el carácter, el amor propio y el orgullo? Porque la primera parte se saldó sin una sola acción de peligro, más allá de un tirito en el área de Febas, con escasa convicción, que repelió en Rubén Pardo. Nada más. Mucho 'tiki taka de marca blanca', con una horizontalidad soporífera y esa constante incapacidad para pisar el área con un mínimo de decisión.
Pellicer no introdujo más cambios que Escassi en la zaga por el sancionado Juande junto al regreso de Rubén Castro arriba por Fran Sol. Se esperaba que con el mismo sistema el equipo creciera frente a un Leganés bajo mínimos (en resultados y efectivos), pero a la hora de la verdad fue el mismo Málaga de encefalograma plano de tantos y tantos partidos. Hubo que esperar un cuarto de hora para ver el primer córner (en un centro de Delmás tras una apertura de Rubén Castro, que obviamente ya no podía optar al remate) y en el contragolpe comprobó qué se le debe exigir a Febas, Fran Villalba, Ramón y ese interminable etcétera de centrocampistas blanquiazules que se conforman con el detalle. El envío de Raba a la espalda de Ramón es para que tomaran buena nota. Y menos mal que la velocidad de Cristian evitó el desastre.
La primera parte del Málaga fue un despropósito en ataque, con Lago Junior desaparecido (sólo se dejó ver en una arrancada superado el minuto 35), Fran Villalba empeñado en tocar donde no puede hacer daño, y Febas y Ramón sin llegar al área. Y como esta vez Cristian también estuvo impreciso y Delmás nunca se decidió a centrar de primeras, el Leganés no sufrió. Por si acaso, Idiakez resolvió la lesión del atacante Raba con otro centrocampista, Neyou.
Pellicer entendió en el descanso que el equipo necesitaba un cambio radical y no sólo cambió el dibujo (a un 4-4-2 con Chavarría como acompañante en punta), sino que apostó por dos futbolistas que sí compiten, aunque uno de ellos se vea lastrado por los problemas físicos (Chavarría) y el otro por determinados excesos (Luis Muñoz). Es decir, el técnico blanquiazul recuperó a dos futbolistas vitales en su anterior etapa. Y vaya si el Málaga lo notó. Primero, porque el argentino ofrece una continua movilidad arriba que fomenta las dudas de la zaga rival, y segundo, porque el malagueño sí da ese paso al frente para irrumpir en el área contraria con fe.
En la segunda mitad el Málaga sí mostró carácter, probablemente picado en el amor propio por la tendencia de los visitantes a perder tiempo a la más mínima. Muy pronto Riesgo evitó con el brazo el gol de Chavarría (tras un golpeo previo de Rubén Castro en un pase al hueco, al fin, de Ramón). El equipo se había conectado definitivamente y a Luis Muñoz se le veía ansioso por hacer daño en el área contraria. Y a la primera que tuvo dinamitó la zaga 'pepinera' para originar el gol que llevó la firma de Rubén Castro. Antes, el meta visitante había repelido el tiro de Lago Junior en una acción con pases frontales primero de Febas y después de Ramón.
Con casi media hora por delante, llegó la hora de apretar los dientes y, ahora sí, afloró el orgullo. El Málaga se blindó, defendió su escasa renta con tenacidad y Pellicer apostó por más control en la medular con Genaro y Jozabed. La prolongación no pudo ser más agónica (hasta ocho minutos, como los puntos que ahora le separan de la permanencia), pero en el último suspiro Chavarría, el que siempre está si su situación física lo permite, mostró la fe en el camino hacia la salvación.
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