Un Málaga atascado sólo puede salvar 'in extremis' un punto en La Rosaleda (1-1)

El empate ante un Córdoba que fue mejorando llegó gracias a varias intervenciones salvadoras de Alfonso y el tanto logrado por Haitam en los últimos minutos, cuando el partido se convirtió ya en un correcalles y los blanquizules buscaban el gol de la forma que fuese, a toda costa. El punto logrado fue el mal menor para un Málaga que no tuvo su día, que, salvo los primeros minutos, apenas pudo profundizar con cierta solvencia, recuperando viejas carencias.

En el primer partido dirigido al Málaga por una árbitra, Marta Huerta de Arza, el conjunto blanquiazul no funcionó, sobre todo, en el centro del campo, con Genaro y Dani Lorenzo (este último mejoró al final). Pero tras el choque debe abrirse nuevamente la reflexión interna, pues el equipo está atravesando por un momento complicado en cuanto a las bajas y el rendimiento, que se hace más visible en los compromisos de casa.

Sergio Pellicer, que no se sentó en el banquillo por sanción, volvió a darle continuidad al bloque, pero con algún retoque, el que le permiten las numerosas lesiones. Utilizó un once que se podía considerar de gala, pero con ciertas ausencias importantes. Y todo arrancó, pese a todo, como se esperaba de los blanquiazules: fuertes, presionando, buscando el área rival y superando al contrario en casi todas las líneas. De hecho, dispusieron de varias opciones para marcar, pero sin el acierto necesario para abrir el marcador.

El paso de los minutos, como ocurrió otras veces, igualó un poco las fuerzas. Comenzó a aparecer cierto equilibrio tras el arreón inicial de los malaguistas, y el Córdoba comenzó a aproximarse a la meta de Alfonso con cierto peligro. Toril tuvo una primera oportunidad de cabeza, pero el balón se le marchó alto, mientras que cerca del descanso apareció lo que parecía imposible para el cuadro blanquiazul desde hace algunos encuentros, como fue encajar un gol.

En una acción aislada, Simo remató el centro de Carracedo para batir a Alfonso. Fue un duro golpe para el cuadro blanquiazul y para sus aficionados, que no pararon de animar en ningún momento a su equipo en un partido que ya se preveía complicado ante un rival en alza. Era imprescindible que llegara de inmediato la reacción para darle la vuelta al marcador y no perder el ritmo de los de arriba, que volvían al camino de las victorias tras una jornada anterior negra para los dos primeros.

Sin cambios tras el descanso, con el centro del campo haciendo aguas, el Málaga pasó a ser dominado por el rival, que, por momentos, desarmaba a los blanquiazules. Así llegaron varias ocasiones para aumentar su cuenta en uno de los peores momentos de los locales de la temporada en casa. Y al fin llegaron los primeros hombres de refresco, Haitam y Antoñito, en busca de la remontada. Aumentó el empuje blanquiazul gracias a un once muy ofensivo, pero sin la pegada necesaria en varias oportunidades.

Pronto volvería el Córdoba a tomar la 'manija' del encuentro, controlando el juego y quedándose el Málaga sólo con la posibilidad de sorprender al contragolpe. Llegaron más ocasiones, sobre todo una con un espectacular paradón de Alfonso, y el partido se abrió por completo con la llegada de nuevos cambios. A pocos minutos del final, en una acción de ataque local, el balón llegó a Haitam, que está ya de vuelta, para que pudiera rematar con acierto para conseguir el empate ante el delirio de un público que nunca perdió la esperanza.