Ver fotos

Caye Quintana celebra el tanto conseguido en el último partido de la temporada. ÑITO SALAS

El Málaga de Pellicer dice adiós con una goleada y cierra su ciclo más complejo (3-0)

Vence al Castellón en La Rosaleda con goles de Caye Quintana y Scepovic (en dos ocasiones) en una noche de despedidas, empezando por el entrenador

Domingo, 30 de mayo 2021

Punto y final. Se acabó la Liga para el Málaga y se cerró el ciclo de Sergio Pellicer al frente del equipo. Y lo hizo ... con buen sabor de boca, con una goleada en La Rosaleda ante el descendido Castellón gracias a los tantos de Caye Quintana y Scepovic, por partida doble. Fue la mejor despedida para un bloque que fue capaz de sacar adelante un proyecto complejo, cargado de problemas y que finalmente llegó a buen puerto gracias a un gran trabajo tanto dentro como fuera del campo. Sin aficionados en el estadio y con numerosos frentes judiciales abiertos, el club de Martiricos supera una de las páginas más inciertas para centrarse ya en el futuro más inmediato.

Publicidad

El partido, sin embargo, no pudo ser un homenaje para el técnico y para los numerosos futbolistas que se marcharán. La ausencia de aficionados deslució la despedida de una plantilla, la más austera del fútbol profesional, que se sacrificó para afrontar y resolver con éxito momentos de máxima dificultad. El triunfo del cierre de la temporada permite también al Málaga mejorar su clasificación y sumar una partida mayor por derechos de imagen.

El grupo se romperá, como casi todos los años, pero en esta ocasión la despedida es muy esperanzadora, pues los objetivos del equipo blanquiazul en el futuro, en principio, deben ser algo más ambiciosos o menos sacrificados que hasta ahora. El cambio de ciclo que se prevé no será drástico, pero deberá ser el comienzo de un crecimiento que tendrá que convertirse en definitivo cuando se pongan en marcha la ampliación de capital de la entidad y queden solucionados los problemas legales. Se necesitará algún tiempo, pero las perspectivas son cada vez más positivas...

En la despedida de Pellicer (desde la grada, ya que estaba sancionado), en un partido intrascendente, pero cargado de emoción para muchos de los protagonistas, el entrenador llegó hasta el final del curso fiel a su idea de utilizar a todos los jugadores, de ofrecerles oportunidades. Aunque en esta ocasión lo tuvo más fácil por las numerosas bajas y por la escasa disponibilidad de filiales, ya que el Malagueño se jugaba sus opciones de ascender dos horas antes. Cambió otra vez al portero (volvió Dani Barrio) y dejó a cuatro profesionales en el banquillo (uno de ellos el guardameta Soriano y otro el 'tocado' Benkhemassa). De ahí que al preparador castellonense le quedaran Joaquín y Scepovic como armas para cambiar el partido en la segunda parte. El resto eran ya canteranos, la mayoría juveniles...

Publicidad

La motivación fue máxima desde los primeros instantes. El Málaga salió dispuesto a adelantarse pronto en el marcador, con intensidad y ritmo, sorprendiendo a su rival. En los primeros diez minutos, el cuadro de Martiricos dispuso de tres oportunidades, dos muy claras. Primero le tocó a Rahmani con un cabezazo a media altura espectacular que estuvo a punto de entrar. Después llegó otra casi increíble de fallar. Centró el propio Rahmani, tocó Caye y llegó desde atrás Jairo para golpear a bocajarro muy cerca de la portería. Campos se la encontró y el balón salió rebotado, golpeando el larguero. La suerte acompañó al Castellón en estas dos opciones y en una tercera en un disparo de Cristian que se marchó fuera.

El Málaga controlaba por completo el partido, pero estaba perdonando cara a la meta contraria, lo que permitió al rival a subir un poco sus líneas y, de una forma tímida, se aproximó al área local, aunque sin gran profundidad y con escasas opciones cara a la meta de Dani Barrio (le anularon al equipo visitante un gol por un clarísimo fuera de juego. Con Jozabed algo más retrasado para salir con el balón, el cuadro blanquiazul recuperó poco a poco el dominio y volvió a lanzarse al ataque, como al comienzo del partido. Y ahí aparecieron nuevas ocasiones y la jugada del gol de Caye Quintana que abría el marcador: en una acción trenzada, con un pase por encima de la defensa de Cristian, el onubense golpeó lo justo para batir al portero contrario.

Publicidad

Todo cambió tras pasar los jugadores por el vestuario. El juego bajó de ritmo, si bien el Málaga mantuvo el dominio y también pudo volver a marcar, otra vez por medio de Rahmani. Y Pellicer, Manolo Sánchez desde el banquillo, reaccionó muy pronto y refrescó dos posiciones de ataque: salieron Joaquín y Scepovic. Y fue salir y besar el santo. El extremo malagueño inició la jugada, el balón pasó por Cristian y finalmente llegó al serbio. Que resolvió con cierta facilidad. Pese a que la intensidad no era ya la misma, el equipo blanquiazul mantenía su solvencia defensiva ante el descendido Castellón.

Todo siguió con la tranquilidad de un partido sin apenas motivaciones, pero todavía habría tiempo para que Scepovic demostrara sus cualidades como delantero goleador para hacer de una forma brillante también el tercero. Se desmarcó a la espalda de la defensa y elevó el balón al primer toque por encima del portero. Golazo para cerrar. Y pudieron llegar algunos tantos más...

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad