El Málaga suma un nuevo partido a su ya apretado calendario hasta final de año. El próximo 16 de diciembre -sin horario confirmado por el momento- tendrá una cita con la Copa del Rey frente al Coruxo, un conjunto gallego que compite en el ... grupo 1A de Segunda División B (la misma Liga que el Deportivo de La Coruña). El Coruxo es un club de Vigo, provincia de Pontevedra. Hasta allí viajará el Málaga, ya que al ser de una categoría superior ejerce como visitante.
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El Coruxo es el plantel más débil de su grupo. Sólo ha sumado un punto y es último en la clasificación a estas alturas de competición -en la que sólo se han jugado cuatro jornadas-, por lo que aún no sabe lo que es ganar esta temporada. Es un equipo que lleva en Segunda B desde 2010, y al que conoce bien el entrenador del Málaga, Sergio Pellicer, ya que hace varias temporadas entrenó al filial del Deportivo de La Coruña y se enfrentó contra él.
Precisamente fue el partido debut de Pellicer con el Deportivo Fabril y cayó 1-0 en el campo del Coruxo. En cambio, será la primera vez que el Málaga se enfrente contra ellos. El único precedente que existe entre Málaga y Coruxo ocurrió en 2015, cuando el equipo malagueño uso el césped natural del Campo de O Vao, casa del Coruxo, en la víspera de un enfrentamiento en Primera contra el Celta. Un lugar con encanto al situarse a pocos metros de la playa principal de la localidad, bañada por el Atlántico. Un atípica estampa.
Otra curiosidad es que en la plantilla del Coruxo es que en sus filas se encuentra Aitor Aspas, primo de la estrella del Celta de Vigo, Iago Aspas. El conjunto gallego afronta su tercera participación en esta competición. En ediciones anteriores no logró pasar de primera ronda. En la temporada 07-08 perdió contra el Badalona en su primer antecedente en el torneo. Y el año pasado cayó contra el Mirandés por un ajustado 4-5.
Aunque estas noticias se reciben con ilusión por el comienzo de una nueva competición, y además tan eclépctica, para el Málaga es un compromiso que se antoja un tanto impertinente, ya que el único y exclusivo objetivo de esta temporada, que es la permanencia en Segunda después de haber orquestado una plantilla bajo mínimos y a coste cero que está ofreciendo un rendimiento gratamente inesperado.
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El divorcio del club malaguista en los últimos años con la Copa es claro. No pasa de primera ronda desde la temporada 15-16. Lejos queda ya la ilusionante participación en la 14-15, donde sólo el Athletic Club en octavos de final pudo superar a los malaguistas. Precisamente, ese Athletic llegó a la final de esa edición, donde perdió contra el Barcelona.
Desde esos años, el Málaga siempre ha acostumbra a pasar de la competición que organiza la Federación. Mirandés, Córdoba, Numancia, Almería y Escobedo eliminaron en el último lustro al Málaga a las primeras de cambio. Entre estos antecedentes, el más traumático por excelencia fue la derrota ante el Escobedo el año pasado.
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El equipo de la Tercera cántabra doblegó al equipo blanquiazul por 2-0. Un ridículo sonado difícil de digerir por más que analizando en frío se considere una retirada a tiempo de una competición que complica aún más el calendario liguero, ya comprimido hasta el máximo.
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