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El Málaga visita este sábado por la noche (21.00 horas) El Arcángel en unas condiciones más favorables a cómo lo hacía la pasada campaña en Primera RFEF, cuando el Córdoba parecía haberle tomado la medida a los blanquiazules: un 1-1 en La Rosaleda, ... después de que un golazo de Haitam salvase los muebles al final tras la ventaja visitante por el gol de Simo, y el 1-0 en la capital de la Mezquita, merced a un tanto del lateral Albarrán, uno de los que sigue tras el ascenso, en un choque en la segunda vuelta con varios tramos de clara superioridad de los locales.
Pero al final de la pretemporada el Málaga se desquitó en el Municipal de La Línea (2-0, tantos de Larrubia y Juanpe) y las sensaciones de los equipos en este comienzo de curso en Segunda son opuestas. Las huestes de Pellicer ocupan puestos provisionales de 'play-off', y el rival es colista, y casi en blanco, porque el único punto que conquistó hasta ahora llegó en el añadido en la segunda jornada, ante el Burgos (2-2).
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Fran Rodríguez
Antes decepcionó en el estreno ante el Mirandés (1-0), que llegó a la cita con sólo doce jugadores, más canteranos del filial, y fue capaz de ganar en Anduva con un gol tempranero y jugando después al contragolpe. Peor le fue en Elche el pasado lunes (3-1), con un penalti fallado por el cuadro alicantino.
Al Córdoba le está costando tomarle el pulso a la categoría, a pesar de que su técnico, Iván Ania, esté apostando por una misma base de jugadores. Preocupa la endeblez defensiva mostrada hasta ahora, máxime cuando no viene equilibrada con una alta cifra de goles a favor. Quizás es lo que motivó que en el Martínez Valero jugaran de titulares los centrales Barboza y Marvel, recién llegado del Castilla, frente a los más curtidos Lapeña (este sancionado para Elche) y Martínez, que estaban siendo los elegidos.
Por lo demás, el esqueleto del once apenas cambia, con Carlos Marín bajo los palos; los laterales Albarrán y Calderón; Sala y Genaro o Theo Zidane como medios centro, en función de una variante más o menos ofensiva por el buen trato de balón del hispanofrancés; Carracedo y Adilson en los extremos, y Jacobo como segundo punta, por detrás de Casas (u Obolskiy).
Aunque sufriese menos que el Málaga para el ascenso, tampoco le sobró tanto al Córdoba y tuvo que resolverlo en la final de los 'play-off' ante un Barcelona B con mucho talento. Su plantilla se ha renovado parcialmente, y sólo Albarrán y Martínez llegan a la treintena en cuanto a edad de momento, y por muy poco, en lo que es un bloque muy joven, que está acusando cierta inmadurez competitiva.
Tras el ascenso, a diferencia del Málaga, con cinco altas y una sexta forzada por las lesiones, han llegado diez jugadores. La nómina comienza en la portería, con Ramón Vila (Atlético Baleares), seguido por el lateral derecho Carlos Isaac (Albacete), el mencionado Marvel; los medios centro Sintes (Sevilla Atlético), Genaro (Málaga) y Theo Zidane (Castilla), el extremo Ander Yoldi (Osasuna B), y los atacantes Jacobo (Alcorcón), Obolskiy (Ibiza) y Soonsup-Bell (Tottenham sub-23). Además, aunque se acabó la cesión del 'pivote' Sala, el club lo compró tras quedar libre.
Como vecino cercano, es normal que haya en las filas del Córdoba un amplio rastro de exmalaguistas. Dejó la plantilla sin renovar Recio, pero están ahora el central malagueño de ascendencia argentina Matías Barboza y el volante ofensivo Kuki (este será baja este sábado por lesión), y ambos pasaron por La Academia. También está el morbo de la presencia de Genaro, uno de los héroes del ascenso a Segunda, aunque también participó en el descenso a Primera RFEF.
Uno de los puntos fuertes del Córdoba está en el juego a balón parado con el golpeo de Jacobo, que ya le causó muchos problemas al Mirandés en la primera jornada. Tanto en envíos directos, como en centros al área, precisamente en lo que más está sufriendo el Málaga, es un gran especialista, lo que va a obligar al equipo a sacar mucho su defensa, en envíos perpendiculares a balón parado, y tener muy atento a Alfonso Herrero y los centrales. La banda derecha es otro de los peligros del equipo local, con un buen lateral como Albarrán y, sobre todo, con el buen hacer de Carracedo, con mucho desborde y profundidad.
El entrenador del Córdoba fue uno de los jugadores más precoces del fútbol español. Debutó en Primera División con sólo 17 años en las filas del Oviedo, y nada menos que en un derbi ante el Sporting (11 de junio de 1995), y jugó 193 partidos en Primera y 86 en Segunda. Su ascenso con el Córdoba hace meses es su mayor logro en los banquillos, y esta es su segunda temporada en la división de plata del fútbol español. Antes dirigió al Racing en la temporada 2019-20, y también ha pasado por Caudal, Villanovense y Algeciras.
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