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Esta historia le habría encantado al famoso escritor húngaro Frigyes Karinthy. Él fue el primero en jugar a los grados de separación en su relato 'Cadenas', que publicó en 1929 a propósito de la evolución hacia un mundo cada vez más globalizado. «El planeta tierra nunca ha sido tan pequeño», ya vaticinaba. Fue pionero en 'jugar' a conectar elementos sin aparente relación, aunque aquí va todo de fútbol, lo que hace el pañuelo mucho más pequeño. Pues bien, el reto que proponemos es parecido: unir a la estrella e icono histórico de la Ponferradina con el Málaga (equipos que no se cruzan desde 2007). ¿Fácil? Subimos la apuesta: enmedio aparecen un exjugador y un exentrenador del Málaga, y la figura del mítico árbitro Pierluigi Collina. Ya sí que es un tablero ecléctico.
Por partes. La estrella de la Ponferradina se llama Yuri de Souza Fonseca (Maceió, 1982). Tiene 37 años y es el máximo goleador histórico del club. Por supuesto luce el brazalete de capitán, ese que ha sido testigo de sus seis tantos ya esta temporada. El año pasado fue 'pichichi' de Segunda B en su tercer ascenso a Segunda con el club del Bierzo, donde ya cumple once temporadas. Toda una vida. «Es un honor ser historia de este club, desde que llegué me trataron superbien. Es mi casa y estoy muy a gusto. Tengo tres ascensos a Segunda y espero seguir dando muchas alegrías», explica a SUR Yuri, que tiene que hacer memoria cuando se le propone todo este enredo. «Es verdad que llevo muchos años en España... pero la única vez que jugué en Málaga fue con el Boavista en la UEFA. Recuerdo que fue bonito porque conseguimos el pase de ronda». Recupera recuerdos que tenía aparcados, a la vez que intenta ser cauto cuando dice que se llevaron esa eliminatoria. «Me llamas desde Málaga, ¿no?», se asegura entre risas. Le va la guasa.
«Era muy joven». Se pone nostálgico. Tenía 20 años cuando saltó al césped de La Rosaleda para jugar 19 minutos contra el Málaga de Peiró con Musampa, Darío Silva, Dely Valdés, Fernando Sanz o Josemi, entre otros. Fue también su primera aparición en España. Y en ese partido encontramos el primer eslabón perdido que planteamos al principio: ese Málaga-Boavista de marzo de 2003 (con decepción malaguista) fue la única vez que el famoso colegiado italiano Pierluigi Collina arbitró en La Rosaleda. Mostró cinco amarillas, dos para el Málaga y tres para Boavista. Y adiós muy buenas. Igual que Yuri, que tampoco ha vuelto más por Martiricos. «Estuve en la ciudad otras veces, pero de paso. No pude ir a visitar a mi primo porque esa época me pilló con el viaje a China», sigue recordando Yuri, que cuenta su historia como si fuera una muñeca rusa. Siempre hay más.
Efectivamente, tras triunfar en la Ponferradina, le llegó una oferta astronómica de Oriente que no podía rechazar, y jugó un año en el Qingdao Huanghai. Eso lo tuvo muy ocupado y le impidió planificar unos días para visitar a su primo en Málaga. ¿Qué quién es su primo? Un ya exjugador del Málaga, el ahora delantero del Eibar Charles, que hizo 14 goles en dos temporadas como blanquiazul. «Desde pequeños vivimos juntos en Portugal. Él se fue más tarde a Brasil (el padre de Charles también era futbolista), pero luego, ya tras coincidir en España, siempre estamos en contacto. Habló con él cada semana e intento ver todos sus partidos. Da gusto verlo en Primera y marcando goles. Es un orgullo», transmite Yuri.
«Siempre estamos hablando. Tengo una relación muy buena con Yuri, y se forjó sobre todo en Pontevedra. Le aprecio mucho y creo que es algo mutuo», completa Charles a SUR sobre su primo por parte de madre. Y es que sus años en Pontevedra son memorables. Yuri, su hermano Igor (ahora en el Virgen del Camino, de Tercera) y Charles tuvieron números impresionantes en su etapa en el club gallego: «Fuimos uno de los mejores 'tridentes' de ataque del fútbol español solo por detrás del Barcelona de Giuly, Ronaldinho y Eto'o. Aquello fue espectacular», cuenta Yuri. «Quedamos siempre primeros de grupo, pero nunca pudimos ascender porque en los 'play-off' fallábamos», incide Charles.
Y en este punto descubrimos otra meta más del recorrido propuesto. Encontramos el nombre del exentrenador del Málaga que buscábamos. Se trata de Javi Gracia, que antes de triunfar en los banquillos (Cádiz, Almería, Málaga, Rubin Kazán y Watford) tuvo sus humildes inicios en el Pontevedra. En el mítico Pasarón estuvo una temporada y media y con él de técnico, Yuri marcó 24 goles. «Es que tiene mucha facilidad para hacer gol. Es goleador nato», lo define Charles, que tampoco se queda corto. «Va en los genes», comenta entre risas Yuri, que también habla de Gracia: «Por la manera de entrenar y la capacidad que demostraba, ya pensaba que podía llegar muy lejos. Fue una suerte tenerlo. Mi relación con él ha sido muy buena. Y con Charles más porque es su delantero favorito. Ha jugado en tres equipos distintos con él (Pontevedra, Almería y Málaga)», detalla con más risas.
Y los goles siguen entrando más de una década después. «En Pontevedra jugaba de extremo y hacía muchos goles. Y ahora, con 37, los sigue haciendo. A él le da igual la categoría y la edad. Fue 'pichichi' en Segunda B el año pasado y este sigue marcando también en Segunda. Está jugando muy bien y seguramente ha aprendido a correr lo suficiente para dar el máximo. Sabe perfectamente por dónde moverse y aprovechar los espacios», piropea Charles, que no habla del Málaga de ahora. Club y jugador se deben una reconciliación tras su salida hace más de dos años. Sobre su edad, 37 años, Yuri cuenta: «Intento cuidarme al máximo, descansar y cuidar la alimentación. Ahora disfruto cada entrenamiento. Estoy bien, no pienso en la retirada. Lo que intento hacer es disfrutar al máximo».
El delantero de la Ponferradina, que el sábado lideró a su equipo en la sorprendente victoria ante el Rayo en Vallecas, relata: «Hemos empezado muy bien la Liga. El objetivo es la permanencia, pero en esto del fútbol ya sé que puede pasar de todo. Vamos pasito a pasito y a ver qué pasa. Nosotros queremos que sea un gran año y queremos pelear para hacer algo bonito».
Y termina Yuri hablando del Málaga: «Es raro ver al Málaga tan abajo, pero también está el Deportivo y creo que son momentos malos que muchos equipos pasan. Pero estoy seguro de que volverán a lo que eran, a estar arriba y pelear con los mejores». «Ojalá sea un gran partido. Le tengo mucho cariño porque mi primo jugó allí y siempre me habló bien de su experiencia. Será un placer jugar contra ellos», termina, cerrando este círculo de conexiones que seguirá engordando el viernes en la visita del Málaga a El Toralín 12 años después.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Ignacio Lillo | Málaga
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