Nada complicado

Fue fácil el partido para el colegiado castellanoleonés De la Fuente Ramos. Fue un encuentro en el que primó la superioridad de los blanquiazules sobre los racinguistas, y esto facilita en gran medida el trabajo del colegiado. Él tampoco se complicó su labor en el control del juego. Estuvo muy celoso con los braceos en la disputa del balón, interpretando adecuadamente los saltos y las caídas, discerniendo con rigor aquellas en las que se produjeron infracciones. Como anécdota cabe recordar la presencia del asistente Pescador Hernández, que en un partido en La Rosaleda frente al Lugo se lesionó y tuvo que ser sustituido por el cuarto árbitro esta temporada.

Lo positivo: Muy bien atemperando los tiempos en las consultas de los goles conseguidos. En el 1-0 de Tete pareció que en el comienzo de la jugada, el control de Sadiku pudo hacerlo con la mano. En el 2-0, logrado por Lombán, se pidió posición de fuera de juego. Ambas acciones fueron consultadas como establece el protocolo, a través del videoarbitraje, confirmando la legalidad de las mismas. Las amonestaciones en las dos que se produjeron, consecuencia de los braceos con impacto en el contrario, fueron para Adrián y Toribio y estuvieron bien mostradas.

Lo negativo: Casi no se podrían destacar aspectos importantes en este apartado, quizá alguna que otra descoordinación con el segundo asistente, García Aguilera, en el control del fuera de juego, viéndose obligado De la Fuente Ramos a indicar la posición para posteriormente señalar con el banderín la acción. Estuvo excesivamente parco con las amonestaciones, debiendo haber visto la tarjeta amarilla Toribio en una acción en falta sobre Sadiku.