La complicada gestión de Pellicer con Chupete en el Málaga

Así las cosas, sólo Larrubia tuvo impacto en el encuentro, y marcó un gol muy poco tiempo después de saltar al campo y debutar este 2025. Sin embargo, muchos aficionados malaguistas contaban con una nueva oportunidad en el primer equipo para Chupete, el goleador del filial, el delantero que ha sorprendido a propios y extraños este curso con diecinueve dianas oficiales, una de ellas en Segunda, la que dio un punto en el duelo ante el Deportivo (1-1), que parecía ya perdido.

Una norma no escrita del fútbol dicta que un joven canterano que marca con el equipo profesional suele tener una nueva oportunidad, que se la ha ganado, pero sorprendentemente Chupete no jugó ante el Mirandés. Ello, a pesar de que el Atlético Malagueño adelantó su partido del fin de semana al sábado, 48 horas por delante del examen de Anduva, y que el cordobés actuó 65 minutos, no todo el choque, en el duelo en Tercera RFEF, que ya parecía encarrilado cuando fue sustituido.

Chupete, a las órdenes de Pellicer toda la semana, salvo el viernes, en la víspera del duelo del Malagueño, viajó a tierras burgalesas y calentó en la banda, pero no saltó al campo. En el equipo había una novedad respecto a la jornada anterior. Si ante el Deportivo no estaban ni Baturina ni Castel, esta vez el croata ya se había recuperado, pero su presencia en el campo en los veinte minutos finales no aportó ningún tipo de soluciones.

Todo apunta a una complicada gestión para Pellicer de Chupete como posible activo. Sus movimientos apuntan a los característicos de un 'nueve' con mucho sentido del gol, con olfato, sin un gran físico ni unos recursos técnicos llamativos, pero es justo esa primera virtud la que mejor le puede venir a este Málaga. De forma paralela, el jugador está en vías de ganarse un contrato profesional en el Málaga, pues el club tiene una opción unilateral de ampliar su vínculo por tres años más y quedarse definitivamente en el primer equipo.

El problema es encontrarle su justo hueco a Chupete en las próximas semanas. Cuando reaparezca Castel, volverá a haber tres 'nueves' en el primer equipo (si no hay salidas en el mercado antes del lunes 3 de febrero), aunque ni este ni Baturina superen a 'Chupe' en goles ni eficacia realizadora a día de hoy en Segunda, ya que ninguno pasa de un gol conseguido. Al mismo tiempo, la idea tampoco puede ser debilitar al Malagueño, máxime si las intenciones de Pellicer con el canterano no son las de darle muchas oportunidades en Segunda. Hay que recordar que el filial se juega el ascenso a Segunda RFEF y lo tiene bien encaminado, con seis puntos de ventaja sobre el segundo, el Jaén, a falta de dieciséis jornadas, pero con la salvedad de que si no es campeón de su grupo se abocaría a unos 'play-off' imprevisibles y en los que viene fracasando en los últimos cinco años.

Estratégicamente, al Málaga le interesa tener su segundo equipo más cerca, en una categoría más alta, sin los tres peldaños actuales de distancia, pero también conviene explotar el olfato de Chupete en el fútbol profesional. Hace un par de temporadas existía un debate parecido en torno a Loren Zúñiga, que no tenía minutos en Segunda pese a sus buenos números en el filial, y con el cuadro de Martiricos muy cerca de descender a Primera RFEF. A la postre, este jugador no aprovechó las oportunidades en el tercer escalón del fútbol nacional y se fue por la puerta de atrás al Castilla, donde tampoco ha terminado de echar la puerta abajo, pero las sensaciones que deja Chupete, al menos en cuanto a colocación y recursos en el área, parecen otras.