Comienza ya oficialmente la cuenta atrás de La Rosaleda como sede del Mundial 2030

El campo de Martiricos contará con 45.000 asientos tras la ampliación, y se convertirá en uno de los estadios más importantes del país. Ahora serán las instituciones, las propietarias de la instalación, quienes pongan en marcha este gran proyecto, con un coste mínimo de unos 230 millones. En principio se apostará por la opción más austera, aunque no se descarta que finalmente pueda desarrollarse una más ambiciosa, que contemplaría el techado del campo o el césped retráctil para celebrar eventos, aunque para ello deberá entrar en acción la financiación privada.

Todavía quedan algunos cabos sueltos en este proyecto, que se sigue concretando ahora. Estaba previsto que las obras se pudieran compatibilizar con los partidos del Málaga, pero el tiempo comienza a apremiar y, con toda probabilidad, el equipo blanquiazul tendrá que marcharse del estadio durante varias temporadas para que los trabajos puedan completarse a tiempo. Además, sin los parones para los compromisos del equipo blanquiazul, los costes serán inferiores.

El destino del Málaga seguramente será el estadio de atletismo, donde las administraciones colocarán gradas supletorias para superar los 20.000 espectadores. Los hombres de Sergio Pellicer, de esta manera, tendrán que adaptarse a unas circunstancias adversas para seguir cumpliendo con los objetivos. No hay plazos para el comienzo de las obras ni para la salida del equipo de La Rosaleda, pero no podrá demorarse en exceso.

La nueva Rosaleda será muy diferente a la actual, aunque se mantendrá la mayor parte de la estructura existente. Será más grande, lo que le obligará a crecer sobre todo hacia el norte. En principio, está previsto que ocupe casi toda la pastilla en la que ahora se encuentra el campo Anexo o el Instituto Guadalmedina. De esta manera, el Málaga no sólo deberá marcharse durante el periodo de las obras, sino que también tendrá que cambiar mucho antes su centro de entrenamientos.

El Málaga se trasladará a La Academia para su trabajo diario. Allí deberán acometer los trabajos de adaptación imprescindibles para que el primer equipo pueda ejercitarse con la máxima comodidad y teniendo cubiertas todas sus necesidades. Aún dispone de tiempo, pero tendrá que ponerse en marcha lo antes posible.

La Rosaleda, de esta manera, disfrutará nuevamente de partidos de un Mundial de fútbol. La primera vez fue en la edición del 82, y ahora repetirá. En principio albergará encuentros de la fase de grupos, pero también estará preparada para seguir siendo sede de este torneo hasta cuartos de final. Habrá que ver después la distribución de los partidos, aunque la afición malagueña podrá seguir en directo la competición futbolística más global de la historia.

Las dos sedes andaluzas, la de La Rosaleda y La Cartuja, ha conseguido finalmente el reconocimiento buscado y queda oficializada la participación de ambas en el Mundial 2030. El trabajo previo ha sido intenso y mucho más largo de lo que parece. Con el anterior secretario general de Deportes de la Junta, José María Arrabal, al frente, ambos estadios han logrado llegar a la meta y la comunidad contará con dos puntos en los que aterrizará este acontecimiento, el más importante del mundo del fútbol.