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El Málaga se ha frenado en La Rosaleda, con sólo un punto de los últimos nueve en juego ante su afición. El fortín de Martiricos se ha visto violentado en un tramo clave de la temporada, cuando empiezan a definirse de verdad los objetivos deportivos. ... Aunque las sensaciones del juego mostrado por el equipo inducen al optimismo, no se puede obviar tampoco la realidad, que dicta que el cuadro blanquiazul es undécimo de la tabla clasificatoria, a seis puntos de la zona de los 'play-off', cuya frontera marca ahora un enrachado Girona, con 37 puntos, igualado con el quinto, la Ponferradina, que va a menos.
Siete triunfos y dos empates. El Málaga se situó en el arranque de temporada como el equipo más temible de local de la máxima o la segunda categoría de las grandes ligas. Había sumado 23 de 27 puntos, pero todo se ha torcido desde entonces, aunque al menos equilibrara la balanza con su primera victoria a domicilio (0-1 en Alcorcón).
El 1-2 del Amorebieta fue el primer aviso. Ante uno de los equipos más humildes de la categoría, el Málaga sufrió la primera derrota de local, y todo fue peor aún en la última cita previa al paréntesis navideño, un 0-2 de un Leganés muy superior de cabo a rabo en el partido. En descargo del cuadro de La Rosaleda, la plaga de bajas, que desnaturalizó al equipo. Las sensaciones fueron mucho mejor en el duelo de este domingo, pero no dieron para remontar un choque que se puso cuesta arriba dos veces (0-1 y 1-2) sin que el Sporting hiciese demasiados méritos, más que un penalti de VAR y un centro afortunado de Kravets que sorprendió a Dani Martín.
Buena parte del plus en el Málaga, sobre todo el del segundo tiempo, la puso Febas, que debutó, como reconoció después José Alberto, casi sin calentar, por unas molestias reconocidas por Juande casi al salir de nuevo los jugadores al campo para el segundo tiempo. El ilerdense le dio más velocidad a la circulación del balón, jugando a uno o dos toques, y hasta se atrevió al disparo a gol, en un remate desde fuera del área que obligó a emplearse a fondo a Mariño.
José Alberto retrasó a Escassi a la zaga y se la jugó con la pareja de medios centro formada por Ramón y Febas. Acabaron junto a Jozabed, con un perfil de jugadores la mayoría con experiencia en Primera y que le pueden dar otro ritmo al fútbol de ataque. También debutó Vadillo, que participó menos tiempo, quizás porque puede acusar más la inactividad en el Espanyol. Pero también estuvo con ganas de agradar, desde el perfil izquierdo del ataque, o a veces desde el derecho.
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