La clasificación final del Málaga sí que cuenta... y mucho

El Málaga es ahora cuarto del grupo 2 de Primera RFEF, a sólo un punto de la tercera posición, que ocupa un Ibiza en clara cuesta abajo en los tres últimos meses, y a cinco puntos del segundo, un Córdoba al que visita precisamente este domingo (16.00 horas) en el Nuevo Arcángel, un derbi que en el caso de no ganar lo apartará de una forma casi definitiva de sus aspiraciones de ser segundo.

Hay que recordar cuáles son las dos ventajas primordiales de acabar cuanto más arriba mejor cara a los cruces de ascenso. Primero, que el segundo se asegura disputar los encuentros de vuelta en su estadio y, además, que en el caso de igualdad en el tanteo al término de una hipotética prórroga, será el mejor clasificado en las 38 jornadas de fase regular el que logre la clasificación o el ascenso. A esto se le suma que, sobre el papel, el cruce de semifinales para un segundo será más accesible, al enfrentarse al quinto del otro grupo, que a priori tendría que tener un menor nivel deportivo.

Dicho todo esto, siempre es posible y cualquier equipo que acceda a la fase de ascenso tiene sus expectativas abiertas, pero el porcentaje de éxito mengua en cuanto la clasificación en la fase regular es más baja. El caso de la pasada campaña es el más esclarecedor, puesto que al final los que subieron fueron los dos segundos de cada grupo, el Alcorcón y el Eldense; es decir, que se cumplió al guión hasta sus últimas consecuencias.

Fueron, además, unos 'play-off' con cuatro filiales implicados, la mitad de los representantes (este curso se prevén otros dos, Barcelona B y Celta B). El Alcorcón se deshizo en semifinales de uno de ellos, la Real Sociedad B, con un 1-2 en Guipuzcoa y un 1-1 en la vuelta, y en la final superó el cruce con el Castellón (0-0 en Castalia y 2-1 en Madrid). Más reñido fue el camino del Eldense: se deshizo primero del Celta B (perdió por 3-2 en Vigo, pero ganó por 2-0 en Elda) y en la final fue a la prórroga ante el Castilla: 1-1 en Madrid y 2-2 en la vuelta, con un 1-1 en el tiempo añadido.

Aquí decidió otro de los factores clave en estos 'play-off'. En caso de empate tras 210 minutos (180 de los dos partidos y 30 de la prórroga) se da el pase al equipo mejor clasificado de la temporada regular. Por idéntico motivo el Castellón eliminó al gran favorito, el Deportivo, en una eliminatoria muy tensa e igualada de semifinales: 1-0 en Riazor y 3-2 en Castalia, con otro 1-1 en el tiempo suplementario.

Por tanto, de los seis cruces de la 2022-23, dos (un tercio del total) se resolvieron tras empate en la prórroga. Hay otro dato que no se puede pasar por alto: en todas las eliminatorias no hubo más de un gol de diferencia. Esto refleja a las claras la dificultad de la empresa, la importancia de los pequeños detalles en los partidos, lo que pueden penalizar los errores y la trascendencia de saber competir, de poner en el campo toda la experiencia posible. De hecho, aunque hubo cinco filiales entre los dieciséis participantes en fase de ascenso de Primera RFEF a Segunda, sólo uno tuvo éxito, el Villarreal B en la temporada 2021-22.

En esta campaña el esquema de cruces no cambió respecto al modelo vigente, pero hubo un matiz importante, el de que las eliminatorias se disputaron a un solo partido en el campo del mejor clasificado, no con ida y vuelta. Esto daba más ventaja aún si cabe a una buena posición en la fase regular. En esta ocasión subieron el segundo y el tercero del grupo 2.

El Villarreal B se deshizo de la UD Logroñés por 3-1 en semifinales, y por 2-0 del Gimnàstic de Tarragona en la final. Mientras, el Albacete, que fue tercero, ganó por 2-1 al Rayo Majadahonda, y en la final batió al Deportivo en Riazor contra pronóstico. El choque acabó 1-1 y en la prórroga llegó en el 113 el tanto decisivo, por medio de Jordi Sánchez, para el equipo manchego.