Pellicer observa el trabajo de sus jugadores durante el entrenamiento de ayer. Ñito Salas

Cita crucial en El Toralín 16 años después

El Málaga vuelve a jugar un partido decisivo en el campo de la Ponferradina, donde no le vale aquel empate logrado en 2007 que tuvo un gran valor

Viernes, 5 de mayo 2023, 00:31

El Málaga vuelve a El Toralín, un campo que nunca se le ha dado bien (la pasada temporada perdió por 4-0), para afrontar otra cita crucial. Ya sucedió así hace 16 años, en la campaña más complicada junto a esta para asegurar la permanencia ... en Segunda y en el fútbol profesional. Y es cierto que a día de hoy el equipo blanquiazul no depende de sí mismo y que debe hacer pleno (o casi) en sus cuatro últimos compromisos ligueros, pero sí se mantiene la esperanza de que un triunfo en la capital del Bierzo permita reforzar las no muy elevadas posibilidades para evitar el descalabro a la tercera categoría.

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Las cuentas no entienden de cuentos. Se requiere no fallar en este tramo final y que además alguno de los equipos situados más cerca (Villarreal B y Leganés) falle para que el Málaga sume seis puntos más. Por eso es obligado vencer el domingo en El Toralín (16.15 horas) ante un rival cuyo descenso es casi una realidad y que se uniría así al Lugo y al Ibiza, que ya agotaron sus opciones matemáticamente de salvarse.

Precisamente el campo de la Ponferradina ya vivió otro partido con tintes dramáticos para el Málaga. Fue en la temporada 2006-2007, en el primer regreso del equipo a Segunda con su actual denominación, y aunque todavía quedaban diez jornadas por delante, los componentes de aquella plantilla que había heredado Juan Ramón Muñiz eran conscientes de la trascendencia del envite. A las enormes limitaciones de aquel grupo de jugadores se sumó el desgaste anímico por la comprometida situación económica y también por la puesta en marcha de un proceso concursal que, entre otras consecuencias, conllevó la inclusión de cuatro futbolistas en un expediente de regulación de empleo (Romero, OJ Morales, Manu y Chengue Morales). Además, había sido un mazazo la noticia de que el director general, Luis Yáñez, sufría cáncer de estómago. Sólo cinco días antes de aquel partido fue operado en Madrid para la extirpación del tumor y siguió el Ponferradina-Málaga por televisión casi sin poder moverse, aunque ni su esposa, Diana, pudo evitar que los movimientos por la celebración tras los goles blanquiazules le acarrearan no poco dolor. Todo se compensó con las llamadas desde el autobús de un buen número de miembros del equipo.

Numerosas bajas

Para colmo, en aquel partido disputado el 15 de abril de 2007 Muñiz contó con diferentes bajas, que se sumaban al adiós en invierno del mejor futbolista, Salva, al Levante dada la imposibilidad de pagar su ficha. No obstante, el técnico logró que los cuatro futbolistas apartados se reintegraran para que se sintieran miembros de pleno derecho del plantel. Aquella tarde en Ponferrada fue el mejor ejemplo del compromiso de los jugadores. Tres de ellos (sólo faltó OJ Morales) se sumaron para poder completar la lista de 18 convocados e incluso uno, Chengue Morales, salió tras el descanso.

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El elevado nivel de compromiso de los jugadores fue clave para superar entonces las distintas adversidades

Aquel equipo dio la cara en una cita tan crucial y logró un muy meritorio empate a dos que permitió romper la serie de cuatro derrotas consecutivas fuera (en Soria, Las Palmas, El Ejido y Valladolid) y, de paso, mantener a prudencial distancia a su rival, a cinco puntos. Entonces, cualquier empate tenía un valor infinito porque en un grupo de ocho equipos (entre el 12.º y el 19.º) la distancia era de sólo cuatro puntos. Por debajo del Málaga sólo estaba el Castilla, a un punto, al que además debía visitar y contra el que luego perdería.

Gol en contra a los 11 minutos

Los jugadores del Málaga mostraron un elevado grado de responsabilidad en un partido tan exigente que además se puso cuesta arriba a los 11 minutos, cuando un delantero marroquí llamado Baha adelantó a su equipo. Nadie podía imaginar que ese futbolista –que llegó en el mercado invernal a El Bierzo y firmó 9 goles en 20 partidos en la 'Ponfe'– iba a ser un año después pieza imprescindible en el retorno blanquiazul a Primera. Fue un encuentro de demasiados altibajos. Al equipo de Muñiz le costó empatar pese a varias llegadas y no lo hizo hasta el minuto 64 por medio, cómo no, de Antonio Hidalgo (decisivo aquellos dos años en Segunda); después se puso por delante, gracias a un autogol del defensa Bornes en el 74, y en la recta final, Risso frustró la victoria visitante. Con todo, el empate hubo que darlo por bueno porque las bajas eran numerosas y el once fue de circunstancias, incluso con futbolistas fuera de sus puestos habituales: Goitia; Jesús Gámez, Armando, Jesule, Molinero; Calleja, Silva, Hidalgo, Valcarce; Iván Rosado y Couñago. Entraron en el descanso Chengue Morales (incluido en el ERE) y el filial Gascón, y once minutos después, un futbolista que casi ni contaba, Stosic.

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Dieciséis años después, el Málaga vuelve a afrontar una cita crucial en El Toralín. Esta vez sólo vale el triunfo y para ello será prioritario que los jugadores muestren idéntico grado de compromiso al exhibido entonces por un equipo golpeado por las bajas, el proceso concursal y futbolistas incluidos en un ERE. La permanencia en Segunda vuelve a estar en juego; en este caso, seguir con opciones.

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