Larrubia, uno de los cinco malagueños en el once inicial, caracolea entre Pomares y Moyano en una acción en la que cayó en el área y acabó reclamando penalti. ÑITO SALAS

El Málaga atacó más de una hora con cinco jugadores malagueños

Los elementos más ofensivos del once fueron Dioni, Kevin, Larrubia, Dani Lorenzo e Izan Merino, y tras el descanso Ochoa ocupó el puesto del marbellí y mantuvo la media decena de 'boquerones' sobre el césped y en la ofensiva

Sábado, 19 de octubre 2024, 20:36

El proyecto de cantera que imprime Loren Juarros adquiere peso en detalles como la alineación de salida del Málaga este sábado ante el Oviedo, con cinco jugadores de casa, algo no especialmente peculiar en los últimos meses, pero sí si se mira el DNI de ... los elegidos: media decena de malagueños que coincidieron precisamente en los puestos más ofensivos, con Izan Merino como medio centro que se descolgaba más que Manu Molina, y los extremos Larrubia y Kevin, el medio punta Dani Lorenzo y el atacante Dioni.

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En su regreso al fútbol profesional seguramente haya que retrotraerse al Málaga de los 80 para ver algo así, pero puede que incluso sea algo inédito si valoramos que todas las piezas se congregaban en la zona más ofensiva. El once de Pellicer, sin Antoñito de salida, constaba de media decena de futbolistas para sostenerse (Puga, Álex Pastor, Galilea, Víctor García y Manu Molina) y los ya mencionados centrados en atacar.

Este situación se mantuvo exactamente 64 minutos, más de una hora de partido, ya que los cambios en el intermedio no alteraron la proporción al entrar Gabilondo por Puga y con el marbellí Ochoa en lugar de su paisano Dani Lorenzo.

La proporción ya sí fue otra cuando se fue Kevin, en ese minuto 64, para hacer sitio a Castel, y el Málaga acabó con sólo dos 'boquerones' en el césped al marcharse más tarde Larrubia y Dioni parahacer sitio a Lobete y Antoñito.

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Precisamente fue la ausencia de este último lo que más sorprendió, ya que no entró hasta el minuto 84. El jerezano, decisivo otras veces, no lo pudo ser esta vez, jugando tan poco tiempo, pese a que tuvo un penalti para dar la victoria a su equipo. La pena máxima que ejecutó con la misma presión ante el Albacete (en al añadido y con opción de significar una victoria) no la pudo convertir esta vez en gol.

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