Cinco jugadores del Málaga afectados por el ERE prevén denunciar al club por impagos

La situación extradeportiva del Málaga está en plena ebullición. Tras el anuncio de un ERE para la plantilla de profesionales, el turno de mover ficha está entre los jugadores. Según pudo conocer este periódico, hasta cinco de los de los afectados por el procedimiento de despido colectivo abierto desde el lunes tienen claro ya que van a denunciar al club por impagos ante la comisión mixta (AFE y LaLiga).

La única forma de que no lo hagan finalmente es que el administrador judicial decida dar marcha atrás, tal y como informaron a través del sindicato de futbolistas, que ya ha entrado de lleno en el conflicto interno que se vive en el Málaga. Los impagos a los que se refieren estos jugadores corresponden a una relevante partida del salario que se suele abonar al final de temporada (esto es algo habitual) y que aún no han recibido.

Es una situación que se sobrellevó sin más repercusión antes del anuncio del ERE, porque desde los futbolistas entendían que no era momento de denunciar y sí de mostrar confianza para que el club buscase nuevos ingresos. Desde la entidad se les ofreció pactar un plan de pagos para esta última cantidad, que consistía en comprometerse a abonar esa partida del contrato durante los siguientes doce meses. Sólo varios jugadores aceptaron esas condiciones, como son los casos de Adrián y Munir, según pudo confirmar SUR. Los que firmaron este aplazamiento denunciarán ni pueden hacerlo, como es evidente.

En el caso de presentarse estas denuncias, que es lo más probable porque el administrador no va a parar el ERE según consultó este medio con fuentes cercanas al caso, la entidad malaguista pasaría a estar prácticamente obligada a afrontar una alta cantidad económica para satisfacer esas nóminas en un plazo muy cercano, tanto que afectaría directamente al límite salarial, es decir, a la hora de poder fichar futuros jugadores para confeccionar la plantilla de la temporada que viene.

Estas mismas fuentes aseguran que el proceso de ERE no se detendría, aunque sí podría retrasarse más de lo esperado hasta el punto de agotar los plazos. Y añaden que las consecuenciasa asumar podrían llegar en forma de efecto federativo, es decir, en aspectos de competición y deportivos. Todo esto sigue aumentando la presión en el club y el vestuario, dejando la planificación de la siguiente temporada en un segundo plano a falta de tres semanas para el comienzo de la Liga.

Cabe recordar que esta situación extrema, amparada en el Decreto 1006/85 de la relación laboral para deportistas profesionales y por el artículo 51.1 del Estatuto de los Trabajadores, llega tras un periodo de inmovilismo en las negociaciones para reestructurar o rescindir contratos en las primeras semanas tras las vacaciones y ante la acuciante necesidad de liberar cerca de 15 millones en salarios de la plantilla. De esta forma, viene a dar una fecha final, ya que este periodo duraría 30 días como máximo, para resolver los problemas del club con el límite salarial.

Otra cuestión será el cómo podrá avanzar la configuración de la plantilla para competir el curso que viene, algo que tiene en vilo al director deportivo, Manolo Gaspar, que tiene ya varios fichajes pactados sólo a falta de la firma, y a Sergio Pellicer, el técnico al frente del vestuario. Todo esto a solamente tres semanas del comienzo de Liga (en principio prevista para el fin de semana del 12 y 13 de septiembre) y a algo más de un mes para el cierre del mercado de fichajes el próximo 5 de octubre.