Tras la exhibición de eficacia de los dos equipos en el partido de ida, con seis dianas y un nivel de acierto más propio de Primera, hoy toca quizás un encuentro que se puede mover por otros parámetros, más normales en una fase de ascenso. ... Al Málaga le hace falta ganar al menos por dos goles de diferencia, con la salvedad de que un 4-2 conduciría a una prórroga y que a parir de un improbable 5-3 ya no valdría, y el Deportivo apostará por un partido cerrado, en el que sucedan pocas cosas y en el que pueda aprovechar sus rápidas transiciones o alguna recuperación en campo contrario.
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El Deportivo tratará de precipitar los nervios y la ansiedad en el Málaga, y el cuadro de La Rosaleda, que su rival sufra un quinario toda la tarde, con la presión ambiental y una salida intensa en el partido que le incomode. Con este plan de partido, no sería una sorpresa que Víctor se salga del guion y apueste por la figura de un segundo punta, Koné o Harper, con más opciones para el primero. El sacrificado respecto a la ida puede ser Boulahroud, con Adrián a la altura de Keidi o algo más liberado.
Lo que parece claro es que Cifu y Juan Carlos ocuparán los laterales. Son los más ofensivos de la plantilla en esta demarcación, amén de que llevan ya dos sesiones de trabajo sin molestias y la cita de esta noche puede ser la última de la temporada. No cabe reservar más a los defensas a poco que sus sensaciones sean la de que pueden competir. Asimismo, Pau Torres se ejercitó aparentemente recuperado de una contusión en una rótula el miércoles. Hasta Brezancic, inédito hasta ahora, se incorporó al grupo. Ante la importancia del choque, y quizás para conceder las menores pistas posibles al rival, Víctor concentró a toda la plantilla y hasta poco antes del partido no se conocerán sus planes, pero de nuevo Ontiveros será el líder, el jugador del que se espere lo sorprendente.
En el Deportivo cabe esperar también algún retoque que le dé más solidez defensiva al bloque, quizás con Bóveda en el flanco derecho de la zaga–llegó con algunas molestia a la ida pero ya está más recuperado– o incluso con la presencia de un medio centro más posicional junto a Bergantiños –ya sea Mosquera, no citado en la ida, Vicente Gómez o Didier Moreno– y sacrificando a Edu Expósito. En todo caso, Quique puede seguir esperando su turno en el banquillo, y el trío de medias punta (Fede Cartabia, Borja Valle y Pedro), a los que Martí cambió de ubicación con tino tras el descanso el miércoles, parecen intocables.
«Evidentemente, habrá de todo en el partido. Ya lo vimos en la ida. Tocará sufrir en momentos complicados ante un rival que tendrá el balón. Hay que tenerlo y aprovechar las transiciones. Tenemos que hacer un gol. Esto está claro. Hay que buscar la portería y defender lejos de la nuestra«, proclamó Martí ayer desde la concentración del equipo en Guadalmina (Marbella). Se llevó a 21 jugadores y hará tres descartes.
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