Alfonso Herrero detiene el balón en un centro lateral en el Málaga-Elche. Ñito Salas

Los centros laterales, la condena del Málaga

Ocho de los once goles encajados por el conjunto blanquiazul en este arranque de competición llegaron de esta forma

Jorge Garrido

Málaga

Martes, 15 de octubre 2024, 20:17

La afición del Málaga echa a temblar cuando ve a un futbolista del conjunto rival que se dispone a ejecutar un centro desde las bandas. Y no es para menos: de los 11 tantos encajados por el club blanquiazul en las nueve primeras jornadas, ocho ... han llegado a través de los centros laterales. Hasta ahora, los dos tantos del Racing de Ferrol en A Malata; el gol del Mirandés en La Rosaleda; los dos que encajó ante el Granada; el primero de los tres tantos que le endosó el Elche y los dos que anotó Ontiveros el pasado sábado en Cádiz fueron a causa de los centros laterales. Es, sin duda, una estadística sangrante a la que el cuadro malaguista no ha sido capaz todavía de poner freno. Los rivales, sabedores del 'talón de Aquiles' del Málaga buscan explotar la debilidad, y muchos de ellos han obtenido rédito en forma de puntos.

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La sensación, corroborada tras el análisis de los goles encajados, es que los rivales logran rematar prácticamente todos los centros desde las bandas, lo que genera una fuente de peligro constante. La falta de contundencia por parte de la línea defensiva, ya sea de los propios laterales por no imposibilitar la ejecución de los centros tras ser regateados o por guardar demasiada distancia con el jugador rival, o de los zagueros para despejar el balón una vez el balón sobrevuela el área, obliga a Alfonso, guardameta de 1,80 metros de altura, a realizar salidas arriesgadas en busca de la pelota alrededor de su portería, y en ocasiones el portero toledano se ha visto expuesto a algunos errores en ciertas salidas .

Un problema que cuesta puntos

En A Malata, el Málaga se puso por delante en el marcador, pero los dos goles de los ferrolanos (uno de ellos en jugada ensayada de una falta lejana desde la izquierda, el futbolista del cuadro gallego controla para dar un 'pase de la muerte' que empujó Jauregi) dejaron al cuadro de Martiricos con la sensación de haber dejado escapar dos puntos.

Frente al Mirandés, el Málaga salió airoso de un partido en el que se vio claramente superado por el conjunto visitante, y de nuevo el tanto rival llegó de un centro lateral en comba que remató Panichelli entre los dos defensas blanquiazules. Ante el Granada, los dos goles se sucedieron prácticamente de la misma manera: el primero llegó con un centro desde la banda derecha, que remató el lateral izquierdo. El segundo, todavía más preocupante, al tratarse de nuevo de otro centro desde la derecha, que recibe el futbolista del carril izquierdo y al primer toque introduce el balón en el área pequeña para que anotara el delantero centro (estuvo relativamente cerca Nelson Monte de sacar el balón sobre la línea).

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El primer gol del Elche, que además ocurrió en los primeros minutos del partido, vino a raíz de un rechace de Alfonso, que recogió con facilidad un jugador del conjunto ilicitano para poner un centro que remató Agustín Álvarez.

Pero la más dolorosa fue la vivida frente al Cádiz: el exmalaguista, Ontiveros, quien había anotado un sólo gol de cabeza en su carrera hasta la fecha, remató sendos centros de Brian Ocampo. Los únicos tantos no procedentes de los centros laterales fueron el gol del Albacete y la segunda y tercera diana del Elche.

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Por contraposición, el Málaga ejerció una sólida defensa de los centros laterales frente al Córdoba, en un partido en el que tanto Galilea como Nelson Monte ofrecieron un gran rendimiento, y no cabe duda de que Pellicer trabaja en solventar este problema, pero el conjunto blanquiazul deberá ser más consistente en la parcela defensiva o los centros laterales acabarán por convertirse en su condena a cadena perpetua.

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