El Málaga ha tenido que preparar esta semana un partido ante un rival nuevo, al que no se ha medido durante la campaña regular al ser de otro grupo. Se trata del Celta de Vigo B, un equipo de mucha calidad a pesar de su ... juventud y que se ha destacado por ser el máximo anotador del grupo 1 de Primera Federación. Es una plantilla de promesas (la media de edad es 21 años) que en su mayoría han crecido juntos y se conocen a la perfección. Una generación prodigiosa que afronta su segundo 'play off' consecutivo para intentar subir por primera vez en la historia a la división de plata.
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Quieren esa guinda para uno de los momentos más dulces de su cantera, que tiene gran protagonismo en el primer equipo, el cual consiguió la permanencia en Primera con sufrimiento e hizo temer por cortarle las alas al filial. Después de no cuajar la apuesta por Rafa Benítez, el club apostó por el técnico de la casa, del segundo equipo, Claudio Giráldez, que a sus 36 años es el entrenador más joven de la máxima categoría y ha respondido con buenos resultados. Esta referencia resulta fundamental para alimentar más aún la motivación y autoestima de los que viene por abajo, revaloriza mucho la cantera.
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En su temporada regular, el Celta B, también denominado Celta Fortuna, terminó cuarto clasificado con 65 puntos, cinco menos que el Málaga. Ha ganado el mismo número de partidos que los blanquiazules, con un total de 19, pero ha perdido más: once derrotas por las ocho de los malaguistas. En lo que gana el filial celeste es en cuanto a goles. Ha marcado un total de 67 tantos en 38 encuentros, tres más que el campeón de su grupo, el ya ascendido Deportivo, y también dieciséis más que el Málaga. Sólo lo mejora el Castellón, el campeón del grupo 2, que consiguió 74 goles en total.
En cuanto a nombre propios, destacan los trece goles de Alfon, los doce de Pablo Durán y once de Raúl Blanco. Además del malagueño Javi Rueda. Todo esto en un sistema que suele ser de tres centrales, algo atípico entre los equipos de esta categoría. Esta formación le permite ser un conjunto muy asociativo, con capacidad para acaparar la posesión de balón aunque sea sólo para poner nervioso al rival e incitarlo a que salte a la presión. Esto lo saben bien en el Málaga, que tendrá que ser paciente, asumir el guion, y no caer en la trampa porque una vez superan líneas en campo contrario son fiables.
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Además, para esta ocasión, el Celta B va a contar con refuerzos. Con el primer equipo ya de vacaciones, los filiales Hugo Álvarez y Damián Rodríguez vuelven a bajar con su plantilla inicial y aportarán un plus de calidad e intensidad. El entrenador del Málaga, Pellicer, valoró ayer que «lo mejor de este rival es que sabemos que no va a cambiar su estructura de juego. Durante la temporada casi todos los rivales se han ajustado a nosotros, pero el Celta B no lo hará porque tiene una metodología y un sistema de juego muy claro. En su casa tiene un promedio de más de dos goles a favor. Cuenta con extremos con mucha movilidad, pero también tienen debilidades y ahí iremos. Nosotros nos hemos focalizado en fortalecer en los aspectos donde queremos hacer daño, además de intentar limitar las cosas positivas de ellos».
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Del Celta B también hay que señalar que es un equipo con un contexto totalmente diferente. Si bien para los malaguistas es fundamental ascender para mantener su estatus a todos los sentidos, el filial vigués llega sin presión ni nada que perder. Luego, que el Málaga consiguiese hacerse con el factor campo en la última jornada cobra mucha más importancia contra el Celta B, porque este baja considerablemente su rendimiento fuera de casa. Sólo ha firmado siete triunfos a domicilio de los 19 logrados en total durante la campaña regular y sólo ha marcado 21 goles a favor como visitante contra los 46 anotados como local. Es decir, que su rendimiento en su territorio es más del doble que cuando juega fuera de casa.
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Nacho Carmona
Por último, de la plantilla del Celta B hay que destacar la presencia del malagueño Javi Rueda, que sin duda vivirá una eliminatoria especial. Llega justo de debutar con el primer equipo vigués en Primera División, pero su temporada se ha centrado en ser una pieza clave del filial. Es un lateral derecho que también puede actuar como carrilero ofensivo al contar con velocidad y calidad suficiente para sumarse al ataque. De hecho ha conseguido dos goles este curso.
Ya destacó en Primera RFEF la temporada anterior con el Murcia (dos goles y cinco asistencias) y estuvo en la lista del Málaga el verano pasado. De la camada de 2002, dio sus primeros pasos en el fútbol en la Escuela de Fútbol Alozaina para incorporarse luego al Puerto Malagueño en 2013. Siguió despuntando y el Málaga lo fichó dos años después para en 2018 mudarse a la cantera del Madrid, donde empezó en el tercer equipo juvenil.
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Fue quemando etapas con regularidad hasta completar un gran año en su último año con el Juvenil A del Madrid, donde disputó también la Youth League, que es la Champions de esa categoría. En el salto a sénior, las puertas del filial madridista, el Castilla, se cerraron para él y tuvo que buscarse la vida fuera de Valdebebas. Primero militó en el también madrileño San Sebastián de los Reyes, donde a sus 19 años no fue titular pero sí contó con muchos minutos, y luego llegó el Murcia. En el Celta ha encontrado una vía para dar el salto a la máxima categoría y está viviendo un gran momento.
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