El Málaga ya está dando algunos brochazos sobre la planificación de la próxima temporada, contando con un descenso de categoría, porque la permanencia en ... Segunda se considera casi imposible. La idea principal es hacer borrón y cuenta nueva. Empezar prácticamente desde cero para construir un equipo renovado y con garantías para aspirar a regresar lo antes posible al fútbol profesional.
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Entre todos los frentes abiertos en este sentido y a la espera de confirmar la contratación de un director deportivo, el club de Martiricos valora los progresos en general de los jóvenes que salieron cedidos esta campaña y los considera como una base sobre la que iniciar la reconstrucción de la plantilla. Cada caso es diferente y regresará a Málaga con pretensiones distintas, pero en principio se postulan para tener un hueco en el proyecto 2023-24 que aún está en pañales y a la espera de que se confirme el traumático descenso de Segunda.
Estos cedidos del Málaga son el medio centro Dani Lorenzo, los extremos Larrubia y Kevin y el delantero Roberto. Cuatro perfiles que llegaron a tener su momento con el primer equipo blanquiazul antes de salir a préstamo para hacer 'mili' y crecer fuera del entorno de La Rosaleda, tan convulso en los últimos tiempos. Tres de ellos recalaron en equipos de Primera RFEF, la categoría en la que previsiblemente estará el Málaga el curso que viene, y en general han cuajado una notable temporada.
Por partes, Larrubia cayó de pie en el Merida desde el pasado verano y es un fijo del equipo siendo uno de los que cuenta con más minutos. Es el ojito derecho de la afición 'romana', junto con la que ha celebrado seis goles y múltiples asistencia. El medio punta siente que ha dado un gran paso para dejar la vitola de canterano prometedor y pasar a ser una apuesta más seria del Málaga, con el que tiene contrato hasta 2025 y donde pretende quedarse. De hecho, de entre el grupo de cedidos es quizás el que más claro tiene quedarse y jugar en el futuro proyecto blanquiazul.
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Atraído por el éxito de su cesión en Mérida, hasta allí se fue también Dani Lorenzo a mitad de año. Y en proporción se puede considerar esta decisión igual de fructífera que la de Larrubia. Ha logrado la regularidad de minutos que buscaba y que no tenía en el Málaga a pesar de varias actuaciones brillantes en la primera vuelta, como ante el Lugo en La Rosaleda. El marbellí también tiene contrato hasta 2025 con la entidad blanquiazul y apunta a ser otra de las apuestas de futuro. Las cesiones de Larrubia y Dani Lorenzo son sin cláusula de compra.
Más dudas existen con los casos de Roberto y Kevin, aunque también son candidatos a quedarse en el equipo y tienen contrato en vigor. En cambio también se abre la posibilidad de que vuelvan a buscar otro destino en una categoría superior. Dependerá de las ofertas que manejen y el proyecto que se le plantee desde el Málaga, donde ya vivieron un año con mucha participación durante la campaña 2021-22 con una media de 30 partidos jugados cada uno. Ambos querrán dar un paso más en sus carreras donde lo principal será tener peso en sus equipos, algo que ya ha venido teniendo Roberto en el Barcelona B.
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El delantero cordobés recaló en el club blaugrana el pasado verano y es uno de los atacantes más utilizados por Rafa Márquez en el grupo 2 de Primera RFEF, donde luchan por jugar los 'play-off' de ascenso a Segunda. Hasta ahora ha colaborado en esta empresa con seis goles en 32 partidos siendo la segunda mejor cifra anotadora del equipo. A no ser que el Barcelona ejecute la opción de compra que tiene sobre Roberto, algo que resulta improbable, el ariete regresará y podría hacerse con un hueco en la vanguardia malaguista una vez demostrado su nivel en la categoría.
El caso de Kevin está siendo más peculiar, aunque también espera su regreso a la ciudad. El extremo fichó por el Gil Vicente de la Primera portuguesa y en su acuerdo de cesión se contemplaba una cláusula de compra obligatoria en el caso de jugar 20 partidos con al menos 45 minutos en cada uno, pero el humilde club de Barcelos echó el freno de mano y dejó de contar con el malagueño para no tener que hacer frente a su traspaso definitivo. Empezaron a coger el cronómetro y medir cada minuto de juego de Kevin, que suma 19 partidos en Liga y sólo en nueve sumó más de 45 minutos. Una prueba de esta estrategia es que no juega más de media parte desde enero, lo que está perjudicando su progresión.
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De cara a su nuevo proyecto deportivo, el Málaga tendrá que elegir bien sus cartas también ante la gran nómina de canteranos que orbitan en el club. Además de los cuatro futbolistas que vuelven cedidos y reclaman un sitio más sólido en la plantilla, otro gran reto es decidir sobre la progresión de otros canteranos que han roto la barrera del primer equipo esta temporada (como ha sido los casos de Cristian y Álex Calvo) o simplemente están golpeando la puerta aún. En este sentido se abrirá una gran oportunidad si el filial consigue ascender a Segunda RFEF, que supondrá un mayor atractivo para contener efectivos en el segundo equipo. En cambio, otros ya tienen decidido no seguir en Tercera RFEF y ahí tendría que afinar mucho más el club para centrar sus apuestas en los jóvenes que vean a nivel para estar a caballo entre el filial y el primer equipo. En este sentido, el Málaga está intentando ya renovar al extremo Juanma, que está siendo de los más destacados del Atlético Malagueño. Por otro lado, la entidad también se planteará la salida de otros perfiles que sí tienen contrato pero no han terminado de cuajar y no entran tampoco en la futura realidad del primer equipo.
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