Una vez más, Juan Carlos Pérez Frías acertó en el diagnóstico en el mismo terreno de juego. «Fue cocinero antes que fraile, así que en ... cuanto vio la zona afectada y escuchó lo que le dije acertó desde el primer minuto en lo que tenía», destacó años atrás un jugador sobre el jefe de los servicios médicos del Málaga. Esta vez también atinó con Chavarría. Faltaban las pertinentes pruebas, pero... Por eso, cuando Sergio Pellicer habló con el delantero nada más concluir el partido en Miranda de Ebro y el argentino le expuso que le molestaba en la parte de atrás de la rodilla, el entrenador del Málaga ya se temió lo peor.
La rotura del cruzado de la pierna izquierda de Chavarría se confirmó el martes al mediodía, pero para entonces Pellicer y su equipo ya habían empezado a analizar las soluciones. Independientemente, por supuesto, de que el director deportivo, Manolo Gaspar, pueda encontrar un recambio en el mercado. Tal vez se den todas las circunstancias –que el relevo no venga bajo de forma, que se ajuste a los aproximadamente 25.000 euros que se le ofrecerían (como adelantó ayer SUR) o que encaje en el perfil de futbolista que se busca–, pero de salida el entrenador blanquiazul es partidario de centrarse única y exclusivamente en las opciones que ya tiene. Eso sí, sería beneficioso no perder una ficha profesional y evitar quedarse sólo con 17, porque además a corto plazo pueden causar baja hasta cuatro jugadores por acumulación de amonestaciones.
'Relevo natural'
«Todos los jugadores deben estar bien preparados porque tarde o temprano les llegará su momento», advirtió Pellicer a comienzos del campeonato. E, igual que le ha llegado en los dos últimos partidos a Jozabed, ahora es el turno de Caye Quintana. Ese es el 'relevo natural', aunque indudablemente el onubense tiene características distintas al argentino. «Tenemos que proteger a Pablo. Arriba no tenemos otro futbolista como él», defendía el entrenador cuando tuvo que dejarlo en el banquillo en Almería o en la Copa del Rey.
Si algo está claro tras la grave lesión de Chavarría es la obligación de cambiar de estilo, básicamente porque no queda otra con las cuatro opciones que se manejan en el cuerpo técnico: Caye Quintana, Orlando Sá, un canterano (Julio o Loren) o un 'falso 9' (con Joaquín y Rahmani como principales candidatos).
Tanto Caye Quintana como Orlando Sá, los otros delanteros con ficha profesional del primer equipo, son futbolistas muy diferentes a Chavarría. El primero ha sido el más utilizado en el once titular, como referencia del equipo o como acompañante del argentino. De él se valora su capacidad para jugar de espaldas, pero no es un punta que ataque los espacios. Puede facilitar la llegada de efectivos de segunda línea (más si cabe con el sistema actual, con Jozabed y Luis Muñoz como interiores), aunque Chavarría era vital en dos aspectos del juego. Su sola presencia en el campo obligaba a la defensa rival a jugar cinco o diez metros más atrás, lo que facilitaba la presión alta y, como consecuencia, disponer de más opciones de recuperar y jugar en campo contrario. Además, con su movilidad contribuía al desorden de la cobertura y a ganar profundidad, aspecto que también elevaba la participación de los extremos. Es evidente que si el recambio es Caye Quintana (como así se da por hecho en el vestuario para la próxima cita liguera, en casa frente al Sabadell de Antonio Hidalgo) tanto Joaquín como Rahmani deberán tener una contribución distinta al juego del equipo.
La opción de Orlando Sá está descartada en el comienzo de los partidos porque, por sus características, el portugués obliga a buscar un fútbol directo, sin tanta circulación de la pelota, y se antoja más recurso para momentos más comprometidos, con el equipo volcado y buscando continuamente centros o 'balones a la olla'. De las dos opciones de la cantera se puede afirmar que son jugadores muy distintos. Julio, al que Pellicer conoce a la perfección –el castellonense le dio una oportunidad para reengancharse al filial cuando el club iba a darle la baja–, es quizá el más parecido a Chavarría por su dinamismo y movilidad. No es alto, pero genera espacios y luego tiene facilidad para aparecer en la zona de remate.
En cambio, Loren –hijo precisamente de un excompañero del entrenador, Loren Zúñiga– es más delantero centro que Julio. Canario de nacimiento (durante la etapa de su padre en el Corralejo), es más alto y ha brillado en el juvenil de División de Honor con sus 16 goles. Pellicer lo reclutó por primera vez precisamente por lesión de Chavarría, frente al Logroñés, y es un futbolista que encanta al ex lateral derecho blanquiazul porque, además de tener cualidades de 'nueve', se asocia bien y sabe retener la pelota. No obstante, su bagaje en el Malagueño se reduce a un partido jugado (como titular, ante el Torremolinos en la primera jornada) y a otra convocatoria (en casa frente al Estepona), por lo que deberá ir entrando poco a poco en la dinámica del primer equipo.
La vuelta de Hicham, clave
En la recámara siempre queda la posibilidad de recurrir a un 'falso 9' y ahí, sin duda, las alternativas pasan por la reconversión de un extremo, Joaquín o Rahmani. Eso sí, la opción de reubicar a uno de ellos depende en gran medida de la vuelta de Hicham, un extremo que sí aporta profundidad y desborde.
Conviene recordar que Rahmani ya ha jugado 'por dentro' en la zona de ataque en momentos puntuales. Sin ser delantero centro, sí puede aportar la movilidad y las caídas a las bandas tan habituales de Chavarría. Pero es obligado no dejarse en el tintero a Joaquín, porque quienes lo vieron en categorías inferiores argumentan que siempre tuvo rapidez, cualidades técnicas y también gol, aspectos necesarios para desempeñar eventualmente la función de delantero centro, como 'falso 9'. Pellicer y su cuerpo técnico tienen claro que, por encima de todo, el estilo de juego tendrá que cambiar con cualquier recambio. La lesión de Chavarría ha roto al Málaga.
La 'cuarta reinvención' tras las apuestas por Juande, Luis Muñoz y Ramón
Siempre que Pellicer analiza su trayectoria como entrenador del Málaga en estos casi catorce meses habla de 'tres reinvenciones', así que no es exagerado hablar ahora, tras la grave lesión del futbolista más importante del equipo en la faceta ofensiva, de una 'cuarta reinvención'. Cuando el entrenador castellonense utiliza la expresión citada se refiere a aquellos momentos en los que, por necesidad, tuvo que hacer una apuesta con la que probablemente la mayoría no contaban. La primera fue Juande, que debutó contra la Ponferradina por la sanción de Diego González y las lesiones de Lombán y Mikel. Después, volvió a recurrir a él en la 'miniliga', cuando comenzó a jugar con tres centrales y no estaban disponibles Luis Hernández y Luis Muñoz (lesionados) y Mikel ('desconectado' porque ya tenía decidido que iba a dejar el club). La segunda 'reinvención' tuvo su origen en la lesión de Keidi, que llevó al técnico blanquiazul a situar como medio de contención a Luis Muñoz, posición en la que se ha asentado el malagueño. Por último, al comienzo de esta temporada, ante las bajas de centrocampista después del ERE en la plantilla profesional en septiembre, no tuvo dudas para otorgar la titularidad a Ramón.
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