El Cartagena, un rival hundido en la tabla, pero sin nada que perder

La directiva, comandada por Paco Belmonte, tomó las riendas del club en abril de 2015, y si bien es cierto que con Belmonte al frente el Cartagena alcanzó sus cotas más altas, el pasado curso requirió de una segunda vuelta brillante para paliar los desastrosos resultados de la primera, con Julián Calero en el banquillo. Esta temporada, el Cartagena cuenta con el límite salarial más bajo de la categoría (un poco más de cuatro millones de euros) debido a las pérdidas acumuladas en las temporadas anteriores. Este tope salarial lo obliga a desprenderse de sus mejores futbolistas cada verano, bajando la calidad de la plantilla, y la mayoría de las incorporaciones acometidas se produzcan vía cesión, por lo que un núcleo importante de sus futbolistas no son de su propiedad. A diferencia de lo que sucede en el Málaga y muchos otros clubes de la categoría, el club albinegro solamente cuenta con 21 fichas profesionales cuando el máximo establecido por La Liga es de 25. Este curso ha requerido de la presencia de varios futbolistas del filial del Cartagena, particularmente en las 'ventanas FIFA'.

La situación institucional del Cartagena es cuanto menos peliaguda: Paco Belmonte preside el club, aunque no es accionista mayoritario del club (tiene el 15% de las acciones). Fernando Carreño, propietario de Duino Inversiones, posee la mayoría de las acciones, aunque es una figura prácticamente desconocida, de la que lo poco que se sabe es que está directamente vinculado con Felipe Moreno, actual propietario y presidente del Murcia, rival acérrimo de los cartageneros. Su estrecha relación con el dueño del Cartagena da lugar a un claro conflicto de intereses.

El club ha estado cerca de venderse en numerosas ocasiones. Es ahora cuando se busca acelerar dicho proceso de venta, aunque la deuda y el crítico momento deportivo del Cartagena paralizan la venta del mismo. Para más inri, el club no cuenta con activos de valor: su estadio, el Cartagonova, es propiedad del Ayuntamiento, al igual que su ciudad deportiva (cuenta con una opción de compra). Lo que mantiene a flote al Cartagena en lo financiero es su plaza en la Segunda División, en la que compite desde hace cinco años pero que comienza a peligrar.

Tras sólo seis jornadas en el banquillo del Cartagena, Belmonte, que dirige la entidad de forma prácticamente unipersonal, despidió al Abelardo de forma fulminante a causa de los malos resultados. Llegó Jandro con la esperanza de lograr un cambio de rumbo que no se ha producido hasta el momento.

Si bien logró la primera y única victoria del Cartagena este curso (1-2 frente al Racing de Santander, primer clasificado de Segunda División), tan sólo suma un punto en seis partidos, con la dolorosa derrota del pasado fin de semana en Cartagonova frente a un Deportivo en horas bajas (1-5).

Ya ha gastado la primera bala el cuadro cartagenero en tan sólo 13 jornadas. Aún estando a tiempo de revertir la situación, no resultaría nada sorprendente que Jandro sea destituido de continuar en esta dinámica.

Asimismo, el Cartagena cuenta con tres futbolistas malagueños (Luis Muñoz, Kiko Olivas y Mini) y otros dos con pasado blanquiazul o en clubes de la provincia (Alcalá y Gastón Valles), por lo que un importante núcleo de su plantilla guarda, de alguna forma u otra, una relación con Málaga.

Luis Muñoz, malagueño y exmalaguista, no estará disponible para el envite liguero a causa de una lesión en la zona isquiotibial. Se trata de una baja extremadamente sensible, puesto que está siendo el mejor jugador del club albinegro esta campaña: ha anotado tres goles y ha repartido dos asistencias. Medio centro de posición natural, este curso se ha visto obligado a ejercer de media punta o incluso en la banda a causa de la precaria situación en cuanto al número de futbolistas en nómina.

Olivas, antequerano, y Alcalá, murciano, formaron tándem en la zaga en el Atlético Malagueño, hasta que ambos abandonaron el segundo equipo blanquiazul. 15 años después, en 2022, se reencontraron en Cartagena para liderar la defensa albinegra. Se trata de un curso gris para la línea defensiva cartagenera, con 24 goles encajados en lo que va de liga.

Sergio Guerrero, conocido en el mundo del fútbol como Mini, nació en la localidad malagueña de Alameda. Formado en las categorías inferiores del Málaga, el centrocampista se marchó al filial del Atlético de Madrid, y este verano firmó por el Cartagena 'a coste cero'.

A pesar de ser uruguayo y de no militar en el Málaga, Gastón Vallés fue futbolista del Vélez durante una temporada y media, pero tuvo que abandonar la disciplina veleña a raíz de la grave situación financiera de la institución, que liberó a todos sus futbolistas la pasada campaña.