Carta abierta a la señora jueza

Las medidas cautelares no pueden ser eternas, porque ahora mismo, como lo hemos comprobado, esta situación tiene al club en una situación económica sino boyante, en la que puede respirar, pero sin embargo, en el aspecto deportivo nos tiene sumidos en la tragedia, a punto de perder plaza en el fútbol profesional tras una campaña de vergüenza. Señoría, el club recupera la vida, pero el equipo está hundido. Necesita Málaga un equipo competitivo acorde con su pujanza y su importancia hoy, y no es así.

El equipo es del montón de abajo, que compite con el Amorebieta y los filiales, con todo mi respeto para ello. Nos hemos convertido en un equipo de aldea, sin capacidad para casi nada en la competición. Este abandono por la falta de un mando ejecutivo importante (el administrador lo hace de maravilla con los números, pero... ¿quién manda en el equipo?) hace que cada uno haga la guerra por su cuenta, que no haya una cabeza visible, que nadie dé un puñetazo en la mesa y se permitan excesos en la plantilla, que se deje ir a entrenadores como el de la temporada pasada o se traiga a otros como Natxo González... Igualmente se hacen fichajes imposibles de comprender salvo por el amiguismo o la generosidad extrema, y el equipo, que es mucho más que números, que es sentimiento, corazón y vida, se debate entre los más malos.

Señoría, necesitamos un dueño, un jefe. Para mandar o para vender el club a los muchos grupos interesados. No podemos seguir así. En sus manos está, señoría. ¿El resultado de Lugo? Da igual. Sentencie, por favor...