Carne de regional de Rubiales

En desconcierto en el que nos han metido (al club) el jeque, la jueza, el director deportivo y los mediocres que se creen alguien en la estructura del club nos van a mandar a la desaparición, y como esta ciudad nuestra es como es nadie dice nada. Les cuento que en Sevilla esto no habría pasado nunca, pero aquí sí, está ocurriendo. En La Rosaleda hoy por hoy nadie piensa en el club ni en la ciudad o la provincia, sino en sus propios beneficios, y eso nos va a llevar al abismo: a 5 puntos de la salvación... ¡Dios mío, qué vergüenza!, pues así estamos. El mal busca el mal, y el despropósito anima a la ruina, y eso le pasa al Málaga CF, que jugando mejor que su rival, haciendo más méritos, y empatando en el minuto 89... ¡perdió el partido! Y lo hizo porque encajó dos goles dignos de equipos de regional, sobre todo el primero con dos fallos infantiles en los despejes de Yáñez y de Jozabed.

A partir de ahí, remar contra corriente, con dos fallos increíbles de N'Diaye ante la meta rival cuando estaba cantado el gol, que llegó al final y no sirvió de nada porque a la siguiente jugada nos la clavaron. Nos vamos al pozo de Rubiales, y sin paracaídas. Veremos a ver la mediocridad del club cómo sobrevive en los pantanos del fútbol no profesional, pero les da igual. Han hecho del club su juego, su vida y su 'modus vivendi', y no sé si se dan cuenta de que ahora todo les va a explotar entre las manos. El Málaga no mereció perder en Eibar, pero es que nos vamos al carajo... No tenemos remedio, para nada.