'Cargos de confianza' maniatados

¿Para qué necesita un director deportivo si en realidad hace lo que le dictan sus cataplines? Dice que quiere y siente al Málaga. ¿Será cierto? Que lo demuestre. Por lo menos, que venga a Málaga y diga lo que piensa en relación con el club, que va de mal en peor. De lo que estoy seguro es de que el Málaga no va a desaparecer otra vez. La solución tiene que adelantarse, aunque caiga su propietario, porque el equipo pertenece a Málaga, y a los suyos. La unión moral es indestructible.

Aunque no lo parezca, en relación con la campaña anterior han salido muchos futbolistas del equipo de La Rosaleda. De los que tenían contrato en vigor se han desligado Cenk, Torres, Brezancic, Lacen, Cecchini, Tighadouini y Jony. Luego están los traspasados, casos de Ontiveros, Ricca, Harper, Rosales y Santos. Hay más, los cedidos que no se quedaron: Kieszek, Werner, Pau Torres, N'Diaye, Erik Morán, Ivan Alejo, Koné, Blanco y Seleznov. En total, 21. Mientras, el club ha fichado a Lorenzo, Benkhemassa y Sadiku, aparte de los cedidos que han regresado, Luis, Mikel, Rolón, Keko y Juanpi. Y, por supuesto, están los chavales del Atlético Malagueño, que a la larga resultan los más positivos. Conclusión: ¿necesitan el presidente y sus cataplines a un director deportivo y a otro 'cargo de confianza' atados de pies y manos?

A lo largo de su historia, el club que representa a nuestra ciudad ha pasado por infinidad de vicisitudes, algunas que no se deben ni recordar, con la desgracia de que pocas veces ha sido bien conducido. Pero el caso que se ha vivido este verano de fichar a jugadores que se han tenido que marchar por falta de dinero y de respeto es el colmo. Se trata de casos sin precedentes. Ni los profesionales, con su buena voluntad, ni los seguidores malaguistas se merecen no lo vivido, sino algo simplemente parecido.

Del encuentro del sábado en Albacete, decir que hay poco de lo que hablar. ¿Quién ha dicho que la Segunda División es buena? En lo que va de campaña he visto las siete participaciones del Málaga y algunos partidos más. Las comparaciones, ya saben. Pero la Segunda B de hace unos años era más potente. ¿Cómo se explica que el Albacete, con cuatro goles en siete partidos, de ellos dos de penalti, sume 12 puntos y esté en la parte alta de la clasificación? Viéndolo actuar, uno se tiene que llevar las manos a la cabeza. Voleones, dos o tres toques como máximo y a otra cosa… Lo peor es que esta categoría está cuajada de jugadores foráneos con nombres realmente difíciles de pronunciar que no aportan absolutamente nada. Las confrontaciones resultan insufribles. Y del Málaga, nada nuevo que añadir. Es un ejemplo de la nada gestionada con elementos que la mayoría no merece la pena ni recordar. Si no ganó al Mirandés o al Albacete, señalen a quién puede superar... Mientras, el responsable, con los cambios de estampitas, va de mal en peor. Termino con algo positivo: el grupo que sigue al equipo en sus desplazamientos. Tiene todo el mérito del mundo.