La derrota del Málaga en Burgos en el estreno de la Liga (1-0) también dejó al descubierto la carencia de un 'plan B'. La configuración de la plantilla, basada en no incorporar extremos –ahora parece corregirse en parte con Hervías y la probable llegada ... de Fran Villalba–, desembocó en que el equipo sólo tuviera el juego interior como recurso ofensivo, lo que le facilitó la tarea al Burgos.
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El Málaga fue un embudo casi todo el partido, comprimido por dentro, ahogado en muy pocos metros. Entre la presión del Burgos, la pegajosa vigilancia de los medios centros locales a Jozabed (para que no interviniera con comodidad) y a Febas (para que no pudiera encarar y superar líneas) y el achique de espacios de la defensa (adelantada para que Rubén Castro y Fran Sol recibieran lejos del área), no encontró fórmulas para disfrutar de cierta fluidez en su juego. Y esa sensación se acrecentó tras el cambio de Fran Sol en el descanso por un esguince de tobillo porque hasta entonces el punta era el futbolista que más se había dejado caer a las bandas.
Desde el principio quedó de manifiesto que al Málaga le había cogido el tranquillo el Burgos. ¡En la primera jornada! Resulta lógico porque en la pretemporada Guede había ensayado con un 3-5-2 (con uno o dos enlaces con la pareja de delanteros) y en los dos últimos encuentros, contra el Al-Nasr saudí y el Granada, con un 4-4-2 en rombo. Es decir, independientemente de que los centrocampistas o los puntas cayeran con más o menos frecuencia a las bandas, con una dependencia clara de los laterales de largo recorrido o 'carrileros'.
La estructura de la plantilla tampoco ayuda porque en todo momento se ha apreciado el nulo afán por la incorporación de extremos (hasta la llegada de Hervías, procedente del Valladolid) y tampoco se observa una gran variedad de 'carrileros'. En la derecha sólo aparece 'de verdad' Juanfran. Ramalho y Bustinza han evolucionado más a la función de tercer central y en todo caso pueden ejercer como laterales en un sistema de cuatro defensas y sin la profundidad necesaria (así se pudo comprobar cuando Guede recurrió a Ramalho ante la intrascendencia de Juanfran). Y en la izquierda Javi Jiménez no parece alcanzar para un equipo con verdaderas aspiraciones (a sus carencias ofensivas se suman sus lagunas atrás) y Víctor Olmo sólo ofreció su mejor virtud, la arrancada (y sin control), en sus actuaciones en la recta final de la pasada temporada.
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Tras el descanso, por la lesión de Fran Sol, Guede recurrió a Álex Gallar, que gusta más de moverse hacia adentro que de encarar, desbordar y centrar. Ver a Febas ejercer de extremo, en defensa y en ataque, chirría por más que la oportunidad en el penúltimo minuto (que pudo valer el empate) llegara después de que el ilerdense superara a varios rivales como si se tratara de un extremo. Si encima los 'carrileros' apenas aparecen en ataque, la opción de una alternativa en el juego es nula. La carencia de un 'plan B' impide de momento sorprender a los rivales 'por fuera'.
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