El Málaga prepara ya una campaña de abonados atípica y con diversas fases

Una vez que la Liga concluya el domingo en casa (ante el Castellón, a partir de las 21.00 horas), el Málaga anunciará a sus abonados (y a los que quieran serlo por primera vez) al final de la semana próxima o la siguiente cuál será su filosofía para mantener la unidad de la masa social malaguista. Todavía no podrá vender abonos debido a que seguirá sin conocer cómo estará la situación en el arranque liguero, pero sí dejará claro cuáles serán sus planes. Esta sería la primera fase, más teórica y a expensas de lo que pueda ocurrir con la pandemia (es previsible que las condiciones sanitarias sigan mejorando con la aplicación de las vacunas, pero será necesario esperar un poco más para observar la evolución).

Comienzo del campeonato

Pero cuando llegue el final de junio o el comienzo de julio será necesario tomar una decisión sobre este asunto para seguir desarrollando la campaña de abonados, una partida clave en la difícil economía actual del club de Martiricos. Es probable que en ese momento se tomen medidas conjuntas que puedan afectar a todo el fútbol profesional, según los datos sanitarios en ese momento. Entendiendo que el Gobierno está autorizando ya el 30 por ciento de espectadores en territorios con baja incidencia de contagios, para esas fechas el porcentaje puede aumentar de una forma considerable.

No parece probable, pero tampoco imposible, que los estadios puedan ocupar la totalidad del aforo. De ahí que en ese momento se pondría en marcha ya la venta de abonos para cubrir la parte del campo de Martiricos permitida. Ahí se abren dos complicaciones unidas de una forma directa: el club tendrá que arbitrar una fórmula para ofrecerle a una parte de los socios la posibilidad de asistir al fútbol y, por otro lado, aquellos que puedan acceder a La Rosaleda, con toda probabilidad, no podrán ubicarse en su asiento habitual, ya que el público deberá repartirse por todas las gradas del estadio. En este caso podríamos estar hablando de una segunda fase, en la que algunos socios podrán adquirir ya sus carnés. Parece claro, en cualquier caso, que los partidos no se celebrarán ya a puerta cerrada, excepto que se produzca alguna novedad negativa en el desarrollo de la pandemia.

Llegados a este punto es bastante probable, casi seguro, que arranque el campeonato sin que se haya llegado a la ansiada normalidad. Ahí se abrirán las puertas de La Rosaleda, pero sin que todos sus posibles abonados puedan acudir a los partidos. Aunque el Málaga, según las mismas fuentes, también se plantea pasar a una tercera fase, con la disponibilidad de todo el aforo del estadio, en cualquier momento de la temporada, en la mitad de la misma. De ahí que esta opción la tenga también prevista para ponerla en marcha de inmediato, cuando sea posible.

En la campaña actual, que acaba el domingo, el club también hizo una especie de campaña de abonados que contemplaba la renovación gratuita de todos sus socios (cerca de 20.000), pues estaba claro que no era posible acudir al estadio. También incluyó una posibilidad de pagar para tener prioridad, entre otras ventajas, en el caso de que se pudieran vender entradas en algún momento. El lema era claro y representaba las circunstancias que se estaban viviendo: 'Contra viento y marea'. Desde el club se estudian ahora las mejores alternativas en un escenario que sigue siendo cambiante, al menos, en los meses de verano.