Los cambios tampoco levantan al Málaga

El Albacete se adelantó en el segundo minuto de partido y volvió a golpear en el 20', por lo que los cambios en el once no mejoraron a un Málaga que ya mostró carencias el pasado fin de semana. Pellicer movió el banquillo al descanso con un triple cambio: dio entrada a Larrubia, a Baturina y a Aarón Ochoa. El equipo se echo arriba y, aunque tan ineficaz cara a la portería rival como en la primera parte, sí consiguió jugar algo más en campo rival. Luego ingresaron Kevin y Chupete; y al rato lo hizo Juanpe. Eso sí, la superioridad numérica y la inercia del marcador ayudaron a que el Málaga se estirara.

La ausencia de gol en las últimas semanas es uno de los aspectos que más preocupan ahora mismo en Martiricos. El Málaga no ha conseguido ver puerta en sus dos últimos compromisos. No lo hace desde hace ya dos semanas, en su visita al Almería. De ahí que Pellicer introdujera más novedades en la delantera que en ninguna otra línea. Muchos demandaron en verano el fichaje de un delantero que nunca llegó.

Más allá, el equipo nota la ausencia de su director de orquesta, Manu Molina, en el centro del campo, que lleva tres partidos en el dique seco por lesión. El bajón de resultados del equipo coincide en el tiempo con la ausencia del onubense. Izan Merino, expulsado con polémica en la primera parte, no tuvo tiempo para demostrar en el Carlos Belmonte. Por otro lado, contra el Cádiz, ni él ni Juanpe estuvieron mal. A Molina se le espera de vuelta en el trabajo semanal más pronto que tarde.

En el sentido de los cambios, el partido dejó una curiosidad para muchos aficionados. Cuando Pellicer ya había efectuado los cinco cambios reglamentarios, se dispuso a dar entrada al jerezano, el sexto. Una situación poco habitual que se dio por la conmoción cerebral de Pablo Sáenz, que chocó con su portero en un lance del juego en la primera parte y tuvo que ser sustituido. Eso activó el cambio adicional para los dos equipos.