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El Málaga comenzó con su clásico 4-4-2, con Escassi y Luis de 'pivotes', Kevin y Paulino en los costados y el debutante (o 'redebutante') Antoñín en punta junto a Brandon. Y acabó con Genaro como escudero del indiscutible Escassi, con Haitam y Brandon ... en las alas, y Jairo por detrás de Roberto en vanguardia.
Los cambios de José Alberto dieron otro aire al equipo, como él mismo reconoció después en la rueda de prensa. Y no sólo la frescura de los que entraron desde el banquillo, sino también el cambio de posición de Luis Muñoz, que sigue demostrando que rinde mucho mejor por delante de los 'pivotes', donde explota su llegada al área, como reflejó enseguida en el 2-1, con una definición pausada y sutil, más propia de un delantero. El canterano protagoniza una cuota importante de los goles de su equipo desde que Sergio Pellicer decidiera situarlo más adelantado. En concreto, ha marcado seis de los diecisiete últimos tantos ligueros blanquiazules, desde la jornada vigésima cuarta de la campaña anterior. Su carrera le ha trasladado hacia adelante, tras llegar al primer equipo como teórico central.
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José Alberto tenía dispuesto un triple cambio cumplida la hora de partido, con 1-0, pero mientras los suplentes aguardaban de pie su entrada al campo, sobrevino el 2-0. Parecía contradictorio entonces que el asturiano relevara a tres hombres ofensivos, Kevin, Paulino y Antoñín, pero el Málaga no perdió capacidad atacante. Genaro liberó a Luis, y Jairo, inicialmente por la derecha, y Roberto le dieron otro aspecto a un equipo que hasta entonces apenas se había acercado con peligro a los dominios de Germán, más allá de una clara oportunidad de Kevin en el primer tiempo.
En efecto, el 2-1, surgió en el acto de una combinación rápida entre Brandon, que pasó a la banda izquierda, donde se suele encontrar más cómodo, Roberto, que dejó el balón de primeras, y Luis. Luego, Jairo y Roberto protagonizaron otra ocasión clara, que no pudo concretar este, que luego se redimió en un latigazo con la derecha tras un pase profundo de Haitam, la última carta que se había jugado el técnico malaguista, ya en los diez minutos finales. Era poco tiempo, pero el joven extremo marroquí se colocó en la banda derecha (con Jairo por dentro) y estuvo muy bullicioso y participativo.
Si durante todos los ensayos de la pretemporada José Alberto se decanto más por un esquema 4-2-3-1, con Luis o el sancionado Ismael Gutiérrez como segundo punta, en lo poco que va de Liga ha optado más por el 4-4-2 convencional. Ante el Mirandés con Brandon y Roberto arriba, y en Can Misses con el balear y Antoñín, pero fue únicamente cuando prescindió de la fórmula de los dos especialistas arriba cuando llegó la mejoría.
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