Revolución en los banquillos de Segunda División

Son sólo doce los conjuntos que mantienen a su técnico, frente a diez que han decidido un giro de timón. De estos últimos, en tres casos se ha dado un baile desde otro conjunto que ya estaba en la categoría. Es la situación de Mehdi Nafti, que pasa del Leganés al Levante, en lo que se presupone que es una mejora de sus aspiraciones. El cuadro 'pepinero' fue a más con la llegada del tunecino, un técnico de mucho carácter. Otro ejemplo es el de Jon Pérez 'Bolo', que cierra un ciclo de cuatro años en la Ponferradina (que fue el equipo revelación el pasado curso y se desinfló en el tramo final para quedarse sin fase de ascenso) para ficha por el Oviedo, donde a su vez José Ángel Ziganda se marcha al Huesca.

Además, las otras seis caras nuevas son Luis García Plaza (que no llegó a terminar la pasada campaña en el Mallorca), en el Alavés; el exmalaguista (actuó en su filial) Javi Baraja, en el Ibiza; Imanol Idiakez, al Leganés, en una curiosa circunstancia, porque su hermano, Iñigo Idiakez se ha ido al Cancún mexicano, club de los mismos propietarios que van a entrar en la entidad madrileña; Jose Gomes, ex del Almería y ayudante de Jesualdo Ferreira en la etapa en el Málaga, en la Ponferradina, tras su experiencia en el Almería; Juan Carlos Carcedo, al Zaragoza, y Hernán Pérez, hermano de Michu, en el Lugo. Aquí se da otra curiosidad, porque el propio Michu sigue como director deportivo del Burgos, con lo que habrá un interesante duelo entre ambos en la categoría.

La situación más especial es la que se vive en el Albacete, en el que no seguirá Rubén de la Barrera. Suenan los nombres de Rubén Albés y Juan Ignacio Martínez, con experiencia reciente en Segunda en ambos casos. Será otro exmalaguista, Víctor Varela, CEO del club castellano-manchego, el que tenga que tomar la decisión, que no puede demorarse mientras la planificación deportiva avanza en el recién ascendido y el comienzo de la pretemporada se acerca

Son doce los clubes que mantienen a su entrenador, pero cinco de ellos con técnicos contratados recientemente, porque no empezaron la campaña anterior. Es la situación de Pablo Guede en el Málaga, cuyo carisma y liderazgo le han dado mucho ascendiente entre la afición y el vestuario, y también la de Joseba Etxeberria, con el que acabó el Mirandés a muy buen nivel; Aitor Karanka, en el Granada, pese al descenso y tras números milagrosos nada más llegar al banquillo; Abelardo, en su segunda etapa como entrenador en el Sporting, y García Pimienta, con Las Palmas, otro equipo que creció hasta llegar a los 'play-off' en un gran estado de forma, pese a la caída en semifinales.

Así las cosas, son muy pocos los técnicos que van a cumplir un año en el mismo equipo en Segunda, lo que habla de la dificultad de la categoría y la exigencia de resultados en todos los proyectos deportivos. Esta situación se da con Julián Calero, en el Burgos; Luis Carrión, en el Cartagena, y Gaizka Garitano, en el Eibar, a pesar de la decepción de un ascenso que se escapó in extremis, siendo líder del torneo al final de la penúltima jornada y quedándose sin opciones en los 'play-off' apenas una semana después. Otro grupo lo forman tres de los técnicos que llegan desde Primera RFEF con el aval reciente de haber subido de categoría: Eder Sarabia (que fuera ayudante de Quique Setién e hijo de Manu Sarabia), en el Andorra, Guillermo Fernández Romo en el Racing, y el veterano Miguel Álvarez, con el Villarreal B.  Finalmente, Luis Miguel Ramis tiene un año más de contrato y no ha trascendido que el Tenerife quiera cambiar de entrenador.