Cambiar el rumbo, el único objetivo del Málaga

La situación del Málaga no es preocupante, pese a las derrotas mencionadas (un punto de cuatro partidos disputados este año, en la segunda vuelta), pero puede serlo en la caso de que se mantenga este bache. El gran problema, además, está centrado en que el mal momento está llegando cuando el calendario está siendo más exigente. De hecho, el rival de esta jornada es uno de los fuertes de la categoría y un aspirante habitual al ascenso. Y llega precisamente tras una derrota en su campo contra el Ferrol…

Los jugadores de Sergio Pellicer están acostumbrados a aplicar la épica en numerosas ocasiones, si bien la suerte le ha dado la espalda en algunos de los últimos encuentros. De hecho, los blanquiazules han hecho méritos para no sufrir tres derrotas consecutivas. En este periodo debió sumar algún punto o hasta, al menos, una victoria, pero la falta de acierto arriba y los errores o desajustes puntuales en la defensa lo condenaron en los tres casos, con otras tantas remontadas del conjunto contrario (algo escasamente habitual en el conjunto de Martiricos).

Para este importante envite, el Málaga cuenta con la gran ventaja de su público, de jugar en su casa, en La Rosaleda. Cada semana se repite la misma historia con una afición entregada y ejemplar que empuja en la medida de sus posibilidades al equipo en busca de unos éxitos que ahora se están resistiendo. Pero este calor de los seguidores deberá rentabilizarlo el conjunto blanquiazul para conseguir el cambio de rumbo que busca en este compromiso tan exigente.

Pero también tiene el inconveniente de contar con algunas bajas destacadas, que se van acumulando a otras de semanas atrás. En este caso mantiene la crucial ausencia de Luismi, un hombre clave en el centro del campo y que estaba rayando a una gran altura (es el único 'pivote' de la primera plantilla). Y también se incorpora la de Nelson, lo que obligará al entrenador a cambiar de nuevo la defensa con la incorporación de Galilea.

La duda, sin embargo, reside en quién acompañará a Manu Molina en las dos plazas de medio centro. La semana anterior, Pellicer apostó por Ramón, un jugador creativo y escasamente parecido a Luismi en el encuentro de El Sardinero. En esta ocasión podría repetir o quizás se incline por el canterano Izan Merino, que es uno de los jóvenes destacados y que figura entre los habituales tanto en los entrenamientos de la plantilla de Pellicer como para el futuro del equipo.