Un tramo de Liga estresante hasta el parón navideño para el Málaga: 8 partidos en mes y medio

Pero esto ya no es nuevo, y el cuerpo técnico se ha experimentado en lidiar en este escenario anteriormente esta misma temporada. Aunque no deja de sorprender el ritmo frenético de la competición, todo con el objetivo de acabar como siempre (o incluso antes) un torneo que empezó como nunca, con un retraso de un mes. Tras el partido contra el Leganés, el próximo sábado a las 14.00 horas, se amontona mucho trabajo en el césped y en la oficina.

El guión llevará a los malaguista a Girona (martes 24 a las 14.00 horas), luego recibirá al Lugo en casa (viernes 27 a las 21.00 horas) e inaugurará diciembre con un viaje a Fuenlabrada (el 1 a las 19.00 horas). Este primer ciclo de cinco partidos con apenas tres o cuatro días de diferencia entre ellos se cerrará contra el Cartagena en La Rosaleda el domingo 5 de diciembre a las 20.30 horas. A partir de ahí, habrá hueco para una jornada de asueto total, pero poco más.

A falta de fecha y horario, que aún no se ha confirmado por parte de LaLiga, tendrán dos partidos más antes de poder coger las vacaciones navideñas contra el Almería (en torno al 13 de diciembre) y frente al Logroñés (alrededor del 20 de diciembre). Pero en mitad de estos dos compromisos del campeonato regular, el Málaga tendrá que organizar un viaje a Galicia para cumplir con la Copa del Rey. Jugará ante el Coruxo de Segunda B en la primera eliminatoria del torneo del K.O.

En definitiva, que de aquí al parón navideño, los partidos se multiplican y pasan a celebrarse dos por semana. Un nivel de exigencia que penaliza especialmente al Málaga, que, eso sí, arrancará esta cuesta de final de año con todos los efectivos del primer equipo disponibles, algo que ocurre por primera vez en toda la temporada, y en lo que ha tenido mucho que ver la planificación del cuerpo técnico que dirige Pellicer, que ya se ha adaptado a la situación, y ha incorporado a su día a día el control exhaustivo del reparto de las cargas de trabajo en los entrenamientos e, incluso, en los partidos (para eso está la posibilidad de hacer hasta cinco cambios).

Lo visto hasta ahora en el club malaguistas es que las rotaciones son ya una realidad necesaria, y que aunque a veces sea complicado de gestionar, se asume un margen de error de forma obligatoria en estos cambios, que buscan paliar un mal mayor como podría ser una plaga de lesiones. Sobre esto llevan pensando en el equipo varias semanas, de ahí que el objetivo ha sido poner a punto a perfiles que aún no estaban al máximo pero ya se está notando su mejoría (como Jairo), o reservando a jugadores para este tramo (como Jozabed u Orlando Sá). Aunque en el fútbol lo previsto se desmonta en cuestión de segundos. Pero para eso también intentan prepararse en el equipo malaguista.