Los jugadores del Burgos celebran en una piña la victoria en Las Palmas y el liderato. LALIGA
Clasificación Segunda División

Burgos, líder; Málaga, colista

A punto de cerrarse el primer tercio liguero, la competición en Segunda asiste a un baño de realidad: triunfa el fútbol de equipo, la solidaridad por encima de los nombres propios

Miércoles, 2 de noviembre 2022, 12:36

Cumplido un tercio exacto de la Liga en Segunda (un grupo de equipos lo alcanzarán entre este miércoles y el jueves) más de un aficionado que hubiera estado al margen de los acontecimientos estos dos meses y medio podría tener la tentación fácil de darle ... la vuelta a la clasificación, pero no es así. El Burgos es líder y el Málaga, colista (aunque puede salir de esa plaza empatando o ganando este jueves). Es el mundo al revés, al menos de acuerdo con las expectativas generadas en torno a los dos equipos durante la planificación de sus plantillas.

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El actual campeonato en Segunda ha supuesto una revolución de conceptos, un baño de realidad. Lo explicaba el entrenador del Burgos, Julián Calero en un minuto de comparecencia en la rueda de prensa que se ha vuelto viral sobre «jugar bien» o «jugar bonito». Lo que ha logrado el cuadro castellano-leonés en este tiempo es casi insólito. El equipo ha permanecido los mil primeros minutos de la competición sin recibir un gol, y sólo ha perdido uno de sus primeros 14 partidos.

En inferioridad numérica derrotó al Mirandés, y también con diez jugadores marcó el segundo gol el martes en Las Palmas, ante un equipo que hace menos de una semana estaba invicto en el torneo. A Canarias fueron centenares de seguidores del Burgos, algo que hubiera sido también impensable hace un tiempo.

Un vistazo nombre por nombre a la plantilla del Burgos eleva la sorpresa, con sólo veintidós jugadores y apenas sin profesionales con pasado en Primera. Dos de ellos, descartados por el Málaga, como Dani Barrio o Matos. A muchos aficionados al fútbol no les habría dicho mucho en agosto hablar de Churripi, Aitor Córdoba, Areso, Elguezabal, Fran Garcia, Borja González, Raúl Navarro, Grego, Zabaco, Andy, Atienza, Álex Bermejo, Curro, Gaspar Campos, Miquel Muñoz, Pablo Valcarce, Artola, Saúl Berjón, Juan Hernández y Mourad. Cuando se midieron ambos equipos en la primera jornada (1-0 en El Plantío), el Burgos tenía cuatro de jugadores de campo en el banquillo de su plantilla profesional...

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A estas alturas del curso, no cabe hablar del azar. El Burgos es un ejemplo con su ritmo de juego, su repliegue defensivo (ha puntuado en partidos con menos de un 20% de posesión de balón), la solidaridad que muestran los jugadores en el campo, la humildad y la fe en la idea de juego que les transmite su entrenador, que alterna una defensa de cuatro y de cinco sin problemas. El sistema, en un segundo plano, priman otros conceptos.

Todo lo que muestra en el campo el Burgos es lo que no se ve a día de hoy en el Málaga. No hay ese espíritu solidario, no se acude a la presión de una forma coordinada, faltan especialistas en los puestos de banda y, aunque hay una acumulación de muchos jugadores con pasado en Primera y buen rendimiento en Segunda, a día de hoy, después de pasar dos entrenadores al frente del equipo, no se logran resultados en el campo ni hay una idea reconocible en el juego. El cuadro de La Rosaleda cuenta probablemente con el mejor delantero de Segunda, Rubén Castro, pero no consigue aprovecharlo, sin surtirlo de balones lo conveniente.

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No cabe siquiera hablar de la masa salarial de uno y de otro equipo, y quizás sí de la organización de los dos clubes. El fútbol de nombres no triunfa en Segunda, sí el de hombres. Los equipos con mayúsculas, que son reconocibles por su apuesta en el juego, que luego puede resultar más o menos estética.

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