No le planteó dificultad alguna el partido al colegiado Díaz de Mera, y es que cuando desde el minuto tres el encuentro se tornó franco para el equipo local por el gol logrado por Unai Medina, la dificultad se reduce en buena medida, sobre todo por la ausencia de la presión. No obstante, y a pesar de esto, el castellano-manchego muestra condiciones de buen árbitro, acumula experiencia pese a su juventud, 30 años y cuarta temporada en la categoría.
Lo positivo
Convence el trabajo de este colegiado por cómo se desenvuelve y comporta en la dirección del juego. Ausente de aspavientos en sus movimientos, con una gran carga de serenidad, respetuoso en su relación con los jugadores y buena situación en el control del juego. Tiene una óptima conexión con sus asistentes, con lo cual evitó que se produjeran desajustes con las indicaciones de estos. En definitiva, labor más que lucida y que confirma que está en ese grupo de árbitros que pueden pasar a la Primera División en las próximas temporadas.
Lo negativo
Es complicado destacar aspectos que desluzcan su actuación. Acertó plenamente en las jugadas que se le reclamaron. Los malaguistas lo hicieron con tenues protestas reclamando fuera de juego en la situación de Álvaro en el segundo gol del Sporting de Gijón. Ya en directo me pareció posición legal del delantero, tanto Juan Carlos como Juande y hasta Lombán lo habilitaban. Nada que objetar en el gol logrado por Keidi, el esférico le viene de un rechace de un defensor, y muy bien en la anulación del tanto de Álvaro que habría sido el tercero del equipo local. El VAR no deja dudas.
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