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Buenas maneras las mostradas por el colegiado madrileño Ortiz Arias. Es su primera temporada en la Segunda División. Debutó con el equipo malaguista en Huesca en la décima jornada, con derrota de los blanquiazules. Mantiene una buena situación en el ritmo del partido, logra situarse siempre de forma adecuada, lo que le lleva a no cometer errores de importancia. Estuvo serio en la indicación de los infracciones, sin titubeos y con mucho rigor. Nada displicente ante las consultas del VAR, que tuvo muchas.

La frescura que sostiene a lo largo del partido le permite acertar en las jugadas complicadas. Resuelve muy bien la acción de Javi Mier, que desde la barrera abrió su brazo interponiéndose en la trayectoria del balón. Necesitó de visionarla en el monitor del terreno de juego, previo consejo de su compañero responsable del VAR, Vicandi Garrido. También acertó al anular en el minuto 55 de partido el gol conseguido por MiKel al rematar en clara posición de fuera de juego. La consulta del vídeo arbitraje no deja dudas sobre la acción.

Es difícil destacar algún aspecto negativo en la labor del colegiado, ya que en mi opinión desarrolló un trabajo de mucha altura, poco acostumbrado a verlo en esta división. Disciplinariamente anduvo bien y creo que hasta en las dos jugadas que se producen en los últimos minutos del tiempo de prolongación del segundo periodo, y que necesitó de consulta al VAR, acertó. La primera, la caída de Sangalli con Antoñín no me pareció, al igual que la mano de Cristian Fernández, tampoco. En resumen una buena actuación en un partido en un pésimo césped.

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