La leyenda Ben Barek bendice a Brahim: «Mi niño, vas a triunfar con Marruecos»

«Pues la verdad, me ha encantado la noticia. Ir a representar los colores de Marruecos es muy bonito. Te puedes imaginar la cantidad de llamadas de mi país para preguntarme que cómo me ha caído. ¿Que cómo me ha caído? Pues de maravilla, claro, si lo hemos criado nosotros», reacciona Ben Barek en una atención a este medio en el salón del museo del Málaga en el estadio de La Rosaleda, donde a cada paso hay alguna foto suya porque es historia viva del equipo blanquiazul.

«Brahim puede caer muy bien en Marruecos, como está cayendo con el Madrid. No le han sacado mucho, pero cuando lo han sacado es el mejor jugador del campo», valora Ben Barek, que le manda un mensaje directo a Brahim a pocas horas de debutar con la selección de los leones del Atlas en un amistoso contra Angola (este viernes a las 23.00 horas). «Mi niño, te ha llegado el día grande. Ya tu de 'chiquitito' nos tenías locos a todos y ahora vas con Marruecos, la patria de tus abuelos. Vas a triunfar seguro. Así que a trabajar y a disfrutar, porque ahí la gente te va a querer mucho. Ánimo y suerte. Y cuidado, igual el Rey te lleva a conocerle», expresa Ben Barek, recordando también su infancia, cuando se crió entre las murallas del palacio real de Marruecos en Rabat.

Y es que sus primeras patadas al balón las dio entre las murallas del palacio de Mohamed V, y no porque sea de sangre real, sino porque era el hijo de uno de los chóferes del rey. Incluso, uno de sus compañeros de pachangas fue el entonces príncipe Hasan II, el padre del actual rey marroquí, Mohamed VI. Ben Barek logró hacer carrera como jugador local destacando en el Stade Marocain hasta dar el salto a fútbol español en 1957 al Granada. Al año siguiente fichó por el Málaga, donde estuvo jugando una década.

Y preguntado por su trayectoria como futbolista internacional de Marruecos, Ben Barek recuerda que en sus tiempos era muy complicado jugar partidos con la selección porque los equipos no permitían viajar por norma general. «Hasta que la FIFA no empezó a obligar a los clubes a dejar que sus jugadores fuesen con sus países apenas pude jugar con Marruecos», recuerda quien en su etapa como futbolista fue conocido por el apodo de 'pajarito' en relación a su forma de jugar, la de un extremo rápido y liviano que revoloteaba por todo el campo revolucionando los partidos.

No recuerda el total de partidos que jugó con Marruecos, pero sí sigue teniendo en la retina un gol que le hizo a la selección española, según relata. «Fue en una eliminatoria de clasificación para el Mundial, en 1961, y nos tocó jugar con la España de Alfredo di Stéfano. Primero jugamos en Marruecos, donde perdimos 0-1. Y en el partido de vuelta, que fue en el antiguo estadio Santiago Bernabéu, quedamos 3-2. Yo marqué el 3-2 y recuerdo al público protestar a los jugadores de España porque pensaban que podíamos remontarles; estábamos jugando bien», rememora Ben Barek con algo de ayuda de la hemeroteca.

«Recuerdo también que cuando volví al Málaga después de ese partidos me recibieron con algo de recelo. Querían que también jugara y marcase gol con el Málaga como en ese día, pero resulta que yo estaba lesionado. Ya antes de jugar en el Bernabéu estuve toda la noche dándome masajes en los isquios. Pero claro, no podía volver a Málaga y decir que no jugaba. Así que vine y logré marcar en el siguiente partido también. Pero el final del partido apenas pude jugar por el dolor. Y como no había cambios, pues tuve que irme arriba a ver si pillaba el gol del cojo», cuenta con una sonrisa Ben Barek, una de las figuras más queridas en el Málaga y ante el que todo el mundo se para a saludar con un gran respeto.