¿Por qué importa mucho el puesto clasificatorio con el que se accede a los 'play-off'?

El equipo mejor clasificado jugará siempre el partido de vuelta de la eliminatoria en su feudo. Esto es una pequeña ventaja, ya que puede haber prórroga y se jugarían los minutos decisivos de la eliminatoria ante la parroquia local. El Málaga, en concreto, es el equipo, junto al Deportivo, que podrá reunir más público en sus partidos y generar una mayor atmósfera de apoyo, así como de intimidación al rival. Si el cuadro de Pellicer acabara el torneo quinto (de momento, sólo tiene tres puntos de ventaja sobre el Recreativo, que ocupa ahora esa plaza) se condenará a comenzar en casa cualquier eliminatoria que dispute, de la misma forma que si alcanzara el segundo lugar tendrá el privilegio de acabar en La Rosaleda siempre. Va de suyo que el orden de los partidos tampoco garantiza nada, ni mucho menos. En el último precedente de los blanquiazules, en 2019, se jugó la vuelta en Martiricos y no se pudo remontar el 4-2 de la ida en Riazor (otra derrota por 0-1).

El Málaga tiene muy mal recuerdo de las tandas de penaltis en eliminatorias de ascenso o descenso. En el siglo pasado perdió dos seguidas ante el Espanyol y el Cádiz en esta lotería. En las bases de competición de Primera RFEF se vuelve a dejar claro que, como en ediciones precedentes, no se lanzarán penas máximas. En caso de acabar con igualdad de goles una prórroga se clasifica el equipo con mejor posición en la fase regular. La pasada campaña ya se aplicó este criterio en el igualado Castellón-Deportivo, lo que favoreció a los 'orelluts', terceros, frente al cuadro coruñés, cuarto. Hay que recordar que, como viene sucediendo desde hace pocos años en las eliminatorias de la UEFA o en la Copa del Rey, no hay valor doble de los tantos conseguidos fuera. Se hace una simple suma de los tantos de los equipos en los 180 minutos.

Los duelos de los 'play-off' están ya predeterminados en las bases de competición, de manera que no hay ningún tipo de sorteo. El cuadro se fija ya con los posibles cruces en las finales, como se reproduce en la imagen, que muestra cuáles serían las eliminatorias si la competición en los dos grupos hubiese acabado el pasado fin de semana. Por un lado, segundo del grupo1 ante quinto del 2 y tercero del 2 contra cuarto del 1. Por la otra mitad del cuadro, quinto del 1 ante segundo del 2 y cuarto del 2 contra tercero del 1.

Este detalle adquiere gran relevancia a tenor de cómo está siendo la temporada, con dos equipos, el Castellón y el Ibiza muy destacados en su rendimiento en el grupo 2, pero también respecto a las cifras de puntos de los mejores del 1. Si no hubiera sorpresas en las dieciséis jornadas finales y el cuadro balear y el de Castalia se repartieran los dos primeros puestos finales, el Málaga tiene en su mano evitar un cruce con el que no suba directamente. Así, si acaba tercero o quinto, nunca se mediría a ellos en una posible final (en semifinales el cruce siempre será del grupo 1). Por contra, si termina cuarto, como ahora el Córdoba, existe ese riesgo cara a un hipotético duelo definitivo.

Hay más: si en la fase de ascenso a Primera suelen darse sorpresas y no siempre sube el mejor clasificado de los que acceden a ella, en la pasada campaña el desenlace de los 'play-off' de ascenso a Segunda fue muy lógico. Tanto que las finales las jugaron los segundos de grupo ante los terceros y las ganaron Eldense y Alcorcón, que fueron los que terminaron más cerca del ascenso directo en la fase regular. De esta forma, se da la paradoja de que al Málaga podría llegar a irle mejor acabar quinto que cuarto. En un plato de la balanza está evitar penaltis o jugar en casa la vuelta en una hipotética final, pero por otro aumentaría mucho la posibilidad de vérselas ante el Castellón o el Ibiza, quizás los más temidos junto al Deportivo.

A día de hoy el Málaga se jugaría el ascenso ante el Celta B y, en caso de eliminarlo, en una final ante el Recreativo de Huelva (contra el que empató en el Colombino en la primera vuelta) o el Gimnástic de Tarragona, ante el que pedió en la Copa del Rey en diciembre de 2022, con el equipo aún en Segunda.