Algunos miembros del Gimnástic de Tarragona no se tomaron bien la remontada del Málaga para arrebatarle el ascenso a Segunda División en el último suspiro y la tomaron con el árbitro del partido. El colegiado Éder Mallo Fernández redactó un durísimo acta donde denuncia amenazas de muerte tras la finalización del encuentro por parte de «varios directivos y propietarios del club».
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«Llegamos a temer por nuestra integridad física, al ver cómo abrían la puerta (de su vestuario) y nos increpaban», describe el árbitro Mallo Fernández, quien recoge de manera exhaustiva los insultos y amenazas recibidas. «Una vez nos encontramos en vestuarios, pudiendo acceder a ellos gracias a la ayuda de la fuerza pública, se producen multitud de incidentes en la puerta de nuestro vestuario», pone en contexto el trencilla vasco.
A continuación, el colegiado enumera los múltiples insultos recibidos, que son de mucha gravedad: «Vais a morir, sinvergüenzas, tu hijo va a morir, ojalá os matéis, hijos de puta. Que muera vuestra puta familia, cobardes'. Además, amenazas de 'dar la cara hijos de puta que os vais a enterar en hasta 25 ocasiones», se puede leer en el acta, donde el árbitro también expone que «la seguridad presente nos indica que les es imposible retirar y controlar a esta gente puesto que según nos dicen, 'son varios directivos y propietarios del club'».
Tras este episodio, Mallo Fernández cuenta también que «nos comunica la fuerza pública que debemos salir escoltados hacia los vehículos y en carretera hasta la llegada al hotel para garantizar nuestra integridad». En resumen, un verdadero infierno para salir del Nou Estadi, donde realizó un arbitraje valiente y riguroso para frenar las diferentes 'jugarretas' del Gimnástic para peder tiempo cuando iba por delante en la eliminatoria.
Activó el protocolo por lanzamiento de objetivos al principio del encuentro tras ser advertido por el portero del Málaga, Alfonso. Luego no le tembló el pulso en expulsar a un jugador del Gimnástic por doble amarilla. Aunque lo más destacado fue cuando decidió parar el encuentro durante siete minutos durante la prórroga por los continuos lanzamientos de balones de la grada con el objetivo de interrumpir el juego.
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Lo explica así el colegiado en el acta: «En el minuto 113, tras producirse el lanzamiento de varios balones desde la grada. Tras este hecho, viendo lo perjudicial para el desarrollo normal del partido, se procede a la retirada de jugadores y equipo arbitral a vestuarios. Estuvo detenido el juego durante siete minutos, en lo que se comunicaba esta situación a los coordinadores de seguridad, entrenadores y delegados, llegando a un consenso para continuar. No se volvieron a producir este tipo de lanzamientos, pudiendo finalizar el partido».
Este es el acta completa del partido
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