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Las apariencias algunas veces engañan. Y esto fue lo que ocurrió con el césped de La Rosaleda en el partido del domingo ante el Amorebieta, según las fuentes del Málaga consultadas. La imagen del la hierba oscura o quemada en algunas zonas del estadio era ... una realidad evidente que se podía contemplar desde las gradas o través de televisión, pero el firme, sin embargo, tenía la consistencia exigida para que la disputa de un partido del máximo nivel. Nunca aparecieron calvas ni zonas irregulares en las que el balón pudiera hacer extraños, destacan.
El Málaga había retrasado el cambio de su césped debido a que la entrada del frío llegó más tarde que en otras zonas del país, donde procedieron a estos trabajos durante el mes de septiembre. Y después del choque de Las Palmas le tocó el turno a La Rosaleda, donde pusieron en marcha la potenciación de la hierba de invierno para suplir la de verano, que comienza a deteriorarse con la presencia progresiva de las bajas temperaturas. Consiste en una fertilización especial o una resiembra puntual, y así se hizo tras los dos encuentros consecutivos en casa ante los dos conjuntos canarios.
El tiempo transcurrido desde que se puso en marcha este cambio de césped hasta el choque del domingo anterior era el suficiente, pues los técnicos hablaban de poco más de diez días. De hecho, durante ese periodo Málaga se marchó a entrenarse al campo de la Federación, pues se procedió a la actualización del césped del terreno principal de La Rosaleda y también del Anexo, lugar habitual en el que trabaja la plantilla blanquiazul tras abandonar la temporada anterior el estadio de atletismo. De esta manera, las mismas fuentes indican que era previsible que todavía no se pudiera observar el verde intenso y atractivo de otras veces.
Pruebas correctas
Pero la consistencia del firme era la correcta contra el Amorebieta. Desde el club aseguran que antes del partido, a través del enviado de LaLiga, se hicieron las habituales pruebas para conocer el estado del césped y los resultados fueron favorables: la rodadura del balón y la dureza de la hierba eran las correctas para la celebración del encuentro con todas las garantías, aunque la apariencia fuese fea y negativa en algunas partes del campo en las que la bermuda de verano está desapareciendo y todavía es sólo incipiente la aparición de la de invierno. Se considera un momento de transición habitual e inevitable en estos casos.
Asimismo, subrayan que en el próximo encuentro en el estadio de Martiricos, que será el sábado 18 de diciembre a las 16.00 horas (contra el Leganés), la percepción del estado del campo será muy diferente, pues es previsible que el proceso de cambio de ciclo se haya completado ya, lo que ofrecerá una buena imagen del césped de La Rosaleda. Se prevé, sin duda, que sea una cita importante para el cuadro de José Alberto López, que necesita resarcirse lo antes posible ante su público del fiasco ante el Amorebieta (supuso la primera derrota de la campaña en casa. Este compromiso será el último de la primera vuelta y del año.
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