El ascenso del Málaga del sábado pasado estuvo rodeado de matices, pero tuvo un triunfador claro en Antoñito Cordero al conseguir el gol definitivo en ... el último instante del partido de Tarragona, y lo hizo con mucha sangre fría pese a su juventud. Mostró atrevimiento y descaro con tan sólo 17 años. Como dijo Sergio Pellicer algunos días antes, era imprescindible disponer de futbolistas «sin vergüenza» que pudieran sorprender a los rivales. Y ahí apareció el jerezano y también Aarón Ochoa para revolucionar el encuentro en los minutos finales. Para el goleador, no existe una explicación para lo que ocurrió en tierras catalanas, sobre todo centrada en el espectacular apoyo del público, que se echó a la calle desde el primer instante. «De nuestra afición qué más se puede decir. Esto es una locura, lo llevan demostrando desde el principio de temporada, y con la celebración fue también una locura. Esto no se puede explicar con palabras; la verdad es que estoy viviendo un sueño», aseguró el jugador en pleno momento de euforia tras el éxito conseguido.
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Antoñito resolvió el partido con entereza y atino en una acción impresionante, esperando que se venciera el portero para conseguir un tanto histórico, que se recordará para siempre entre el malaguismo. Fue el más destacado de este último encuentro, pero el joven atacante procedente de la cantera blanquiazul estaba demostrando ya en encuentros anteriores, casi toda la temporada, que estaba capacitado para disponer de oportunidades. Y a Pellicer nunca le tembló la mano para ofrecerle minutos a este jugador y a muchos otros. Hasta el punto de que buscó en estos filiales la solución de un partido que se había puesto muy cuesta arriba, casi imposible ante un ambiente infernal y con desventaja en el marcador (pese a estar con un hombre más). Y el técnico dio con la tecla.
Parece claro que Antoñito no olvidará la noche del sábado pasado. El jugador, de hecho, comentó qué sintió en el momento en el que contactó con el balón y vio que entraba en la portería cuando el tiempo estaba ya casi acabado después de una prórroga y tras descontar los minutos en los que el encuentro había estado parado. Las sensaciones del protagonista del cierre de la temporada son indescriptibles. «Los recuerdos que se vienen a la mente en esos momentos tan bonitos son toda tu familia, tus compañeros del equipo y, sobre todo, tu afición. Al final es un momento que pasa muy rápido, sientes miles de cosas, miles de emociones. Fue muy bonito, de verdad», afirmó el joven a la hora de analizar los instantes posteriores al gol, cuando comenzó a darse cuenta de la trascendencia de lo que había hecho.
El joven futbolista tiene muy claras las dedicatorias del tanto del ascenso. Los seguidores, el resto de la plantilla y su gente más cercana cierran un amplio círculo completamente clave para Antoñito cuando ya está en marcha su lanzamiento como jugador profesional. «Le dedico el gol a toda mi familia, que está conmigo día a día; a la plantilla, porque sin ellos seguro que no hubiera ocurrido esto, y a nuestros seguidores, que desde el primer momento han estado apoyándonos y nunca han dejado de creer», destacó. El joven se mostró muy agradecido al apoyo constante y entregado de los hinchas blanquiazules, que fueron a más hasta que se consumó el ascenso a Segunda.
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