Visita histórica del Andorra, un equipo revelación

El club del Principado es un 'rara avis' de la Liga y está aterrizando en el fútbol profesional como la revelación en este inicio de competición en Segunda. Tiene números de zona de 'play off' con 14 puntos en ocho partidos, donde ha logrado 4 victorias, dos empates y sólo dos derrotas, pasando por encima de conjuntos que son claros favoritos al ascenso por su potencial como Granada, Eibar y Levante.

Un escenario impensable años atrás en un equipo que ha cambiado de forma radical desde 2018, cuando el futbolista Gerard Piqué compró el club a través de su empresa Kosmos (la misma que organiza la Copa Davis en Málaga en unas semanas). Con este movimiento se transformó por completo. Pasó de ser una entidad modesta y del montón que se bregaba en las categorías inferiores del fútbol 'amateur' español a convertirse en un conjunto profesional con grandes ambiciones. Compraron una plaza para situarse en la extinta Segunda B y pasaron a ser favoritos al ascenso a Segunda hasta llegar a conseguirlo la temporada pasada.

La apuesta más importante se dio en la temporada 20-21, cuando la inversión en fichajes fue mucho mayor y se empezaron a sentar las bases de un equipo con alto nivel de jugadores y poco a poco también en cuanto a infraestructura. Y también tuvo mucho que ver la llegada del actual entrenador, Eder Sarabia. El hijo del mítico Manu Sarabia, jugador del Athletic Club en los años 80, es un perfil mediático desde que se descubrió como un atípico segundo entrenador junto a Quique Setién. Allí ya dejaba claro que tarde o temprano emprendería su aventura en solitario.

Jugó en Tercera División, pero de muy joven ya decidió dar el paso a los banquillos. Entrenó en el Danok Bat de Bilbao y en la base del Villarreal antes de unirse al cuerpo técnico de Quique Setién con Las Palmas, el Betis y el Barcelona. La del Andorra es su primera experiencia como primer entrenador de un equipo sénior y está cumpliendo los objetivos con creces. De hecho se espera que pronto se anuncie su renovación.

De la mano de Eder Sarabia desde el banquillo y la influencia de Piqué, muy pegado al día a día (es el presidente, aunque mantenerse en activo como jugador no le permite compaginarlo con plenitud), el Andorra se ha convertido de alguna forma en una extensión de la filosofía de juego del Barcelona. Es un equipo que siempre intenta mover el balón en pases cortos en cualquier parte del campo y que no lo lanza en largo a no ser que sea extremadamente necesario. Sus sistemas de juegos favoritos son el 4-3-3 y 3-5-2, que incluso utilizan de forma simultánea en un mismo encuentro.

Juegan con desparpajo y con confianza, eso les permite desordenarse en muchas ocasiones buscando que sus jugadores sorprendan intercambiando posiciones, algo que el Málaga puede aprovechar para atacarles durante los momentos de transición. Luego, el Andorra está demostrando ser una plantilla muy trabajada y con una alta capacidad de concentración para aprovechar las debilidades de sus rivales. Un dato muy esclarecedor: seis de sus diez goles a favor los ha marcado en el tiempo añadido, en los finales de partido.