Amin: «El Málaga es el equipo de mi ciudad; de niño iba al campo y era bastante aficionado»

Este domingo a las 12.00 horas afrontará uno de los partidos más especiales de su carrera. El Murcia visitará al Málaga y, si Pablo Alfaro, el técnico del equipo rival, lo estima oportuno, se medirá al club de su tierra. «Es el equipo de mi ciudad. De niño iba con mis padres al campo. Era bastante aficionado al Málaga y para mí es muy especial», expresa. De padres marroquíes, nació en Tenerife, pero se mudó a Torremolinos siendo un niño, donde sus padres montaron una tienda. Allí se encontró con quien hoy es su padre deportivo: el experimentado entrenador malagueño Antonio 'Nene' Montero. No tiene representante porque no quiere, pero es el técnico quien cubre ese hueco, acompañándolo en cada uno de los pasos que ha dado: «Es mi padrino futbolístico, el que me hizo debutar con 16 años en Tercera. Cuento con él en mis mejores y peores momentos. Es muy sabio, un segundo padre».

Siempre ha hecho gala de una fuerte personalidad y su trayectoria es buena prueba de ello. Ha pasado por los dos Xerez –por el antiguo, que estuvo en Primera, y por el renacido– con sólo un año de diferencia. «Fue una época dura. Al vivir en la misma ciudad, te van pasando cosas, pero así es el fútbol. Estaba contento en la ciudad y opté por quedarme en el equipo rival. A mi exafición no le sentó muy bien. Tuve pintadas en el estadio, la gente me insultaba por la calle o me llamaban por número oculto», rememora. Nene Montero valora de forma muy positiva aquella época de su carrera: «Ahí me di cuenta de la personalidad que tiene. En una ciudad donde se vive el fútbol de una forma increíble entre los aficionados, que se llevaban a matar. Pensé que era muy valiente». Se volvió a repetir la historia dos años más tarde, en Orense, a más de 800 kilómetros. La ciudad gallega también está dividida en dos equipos. Primero fichó por el que estaba en Tercera RFEF, el Unión Deportiva. La rompió, como se dice, y fichó por el otro equipo de la ciudad, que juega en Segunda RFEF, que se desempeña bajo la denominación de Club de Fútbol. «Esa época sí fue bastante mejor», manifiesta.

El Murcia abonó su cláusula de 25.000 euros y se hizo con sus servicios. Sobre el césped se presenta como un delantero polivalente (puede jugar en cualquier demarcación del frente de ataque, aunque en el equipo de la Región lo hace como delantero) con unas cualidades que le convierten en un jugador diferente. En eso coincidieron muchos de los entrenadores y directivos que alguna vez pusieron el ojo en él. Entre ellos, Antonio Tapia, que quedó fascinado por su talento cuando aún era coordinador de cantera del Málaga, un par de años antes de la pandemia.

Él se ve como un jugador trabajador, habilidoso y que no da un balón por perdido. «Como persona soy bastante alegre, pero dentro del campo a veces soy un vinagre porque lo vivo muy intensamente», amplía sobre sí mismo. Reconoce estar contento con su nueva vida, aunque también pone en valor el salto de nivel que es Primera RFEF respecto a la cuarta categoría: «Me voy adaptando».

Trotamundos del fútbol modesto, asegura no tener problemas de aclimatación luego de volar y asentarse lejos de casa. «Estoy súper a gusto aquí. Nunca sabes dónde vas a acabar. Si es cerca de tu gente, mejor, pero ya llevo diez años fuera de casa y estoy acostumbrado». Este domingo se reencontrará con su infancia feliz en Torremolinos gracias a su trabajo. «Sigo teniendo amigos allí, llevo más de 30 entradas pedidas», concluye.