La grada de Animación, en los prolegómenos del choque. MARIANO POZO

Ambiente de excepción, sin récord de afluencia

El Málaga reúne a 21.834 espectadores en La Rosaleda para presionar a Oviedo en un partido de vital importancia cara a la permanencia en Segunda del cuadro de Martiricos

Sábado, 7 de mayo 2022, 19:25

Fue un ambiente excepcional en La Rosaleda, digno de un encuentro de Primera División, entre dos históricos del fútbol español, el Málaga y el Oviedo, pero a la hora de la verdad sólo la afición cumplió. Se hizo realidad una vez más el dicho taurino ... de ‘tarde de expectación, tarde de decepción’. No hubo goles y, por no haber, casi ni se vieron acciones de peligro en las áreas, la salsa del fútbol.

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El estadio registró una gran entrada, pero de alguna forma bailaron las cifras. Los 21.834 espectadores, dato oficial, en el feudo de Martiricos, no casan con los 13.300 abonados del club esta temporada, a lo que se le suman más de 14.000 localidades retiradas para el partido, bien en taquilla, o por invitaciones ejecutadas por los abonados. Así las cosas, hubo cerca de 5.000 personas menos de lo esperado, que hay que descontar seguramente entre los socios que no acudieron al partido pero tampoco ofrecieron facilidades para ceder sus abonos. De esta forma, no se supera el mejor registro de la temporada, ante Las Palmas (22.128) ni mucho menos el récord de la Liga en Segunda este curso, con los 25.887 en un derbi Las Palmas-Tenerife.

Pitadas a los dos 'nueves'

El himno malaguista sonó con fuerza en todo caso en La Rosaleda, y se lanzaron globos desde la Grada de Animación, en la que no cabía un alfiler. Además, el detalle curioso de la tarde fue que las dos mayores pitadas fueron para el ‘nueve’ de cada equipo. Por un lado, el respetable no perdona el pobre rendimiento que ofreció Borja Bastón en la campaña 2017-18, en Primera, cuando es ahora el ‘pichichi’ provisional de Segunda (igualado a Stuani y Stoichkov, con 19 dianas). En sus escasas intervenciones en el encuentro tuvo que soportar tremendas subidas de los decibelios, nada comparables a la del momento de sus sustitución cerca del final. En un gesto impertérrito, el atacante hizo oídos sordos y aplaudió el apoyo de las decenas de seguidores del Oviedo apuntando a esos aficionados ubicados en una esquina.

Panorámica de la grada de Tribuna, repleta de espectadores, en el duelo de este sábado. MARIANO POZO

También se llevó sonido de pitos Sekou, que fue una de las sorpresas del once (la otra, el debutante canterano Víctor Olmo), presuntamente por estar en un mejor tono físico, aunque no tuvo opciones para el lucimiento y la afición no le perdona tan pobre aportación en el global de la temporada, ante las expectativas de su fichaje.

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