El Almería, la máquina goleadora de Segunda División

Con el descenso del Almería a Segunda División, muchos preveían una 'desbandada' de sus principales estrellas. Sin embargo, logró hacer caja con algunas piezas de valor aunque prescindibles (traspasó a Ramazani por 7,7 millones de euros y cortó por lo sano con el defensa César Montes, a quien vendió al Lokomotiv por seis, aunque pagó 14 al Espanyol el verano anterior) y gracias a su músculo económico, el conjunto andaluz ha sido capaz de retener a un importante núcleo de futbolistas y sólo han hecho un fichaje (Nico Melamed, a coste 'cero').

Ha mantenido a Luis Suárez, el 'pichichi' (12 goles) y futbolista más diferencial de Segunda; Arribas, que ya suma cuatro tantos y dos asistencias este curso y es el jugador más valioso de la categoría (10 millones); Lucas Robertone, el faro del cuadro rojiblanco; Lopy, un medio centro de gran presente y futuro, y a Marc Pubill, lateral derecho pretendido por clubes importantes de Europa como el Barcelona o el Atalanta durante el mercado estival. El Almería cuenta con plantel suficiente para regresar a la mayor brevedad posible a la élite del fútbol español, de la que cayó el pasado curso cuando a priori optaba a lograr la permanencia de forma relativamente holgada.

El binomio Almería-Rubi concluyó tras alcanzar la salvación en la última jornada de la temporada 2022-23, siendo este el idilio más largo del técnico catalán en los banquillos (poco más de dos años). El Almería, una 'trituradora' de entrenadores (bajo el mandato de Al Sheikh todos han sido destituidos salvo Rubi), navegó sin rumbo tras su marcha, con cuatro técnicos durante el pasado curso (Vicente Moreno, Lasarte, Garitano y Pepe Mel), prácticamente desahuciado desde el mes de febrero.

Esta temporada, Rubi regresó a Almería, con varios cambios tácticos: de su clásico 4-2-3-1, que se convertía en un 4-3-3 en ataque posicional, el barcelonés se ha abonado al pragmatismo de Segunda y ha modificado su esquema a un 4-4-2, con los arietes Luis Suárez y Baptistao en la doble punta. Arribas, ahora ubicado en la banda derecha, ha dado un salto de calidad con respecto a la pasada temporada, más implicado que nunca en labores defensivas. No se trata de una plantilla particularmente extensa (19 fichas profesionales, seis menos de las que posee el Málaga): lo que realmente destaca esta campaña en el Almería ha sido la apuesta por la cantera.

Además de la mencionada ausencia del capitán Robertone, operado en octubre de una luxación en el hombro, el ghanés Iddrisu Baba deberá perderse lo que resta de temporada por una rotura parcial del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda. Se trata de dos bajas sensibles en la medular del cuadro almeriense, por lo que Lopy, Gui Guedes o Melero serán los que ocupen los dos puestos interiores de la línea de cuatro hombres.

La excelente camada de talento desde sus categorías inferiores, como el portugués Gui Guedes, que se ha convertido en un fijo en la medular con la baja de Robertone; el montenegrino Perovic ha demostrado tener un gran desparpajo y atrevimiento cuando ha tenido oportunidades; Rubén Quintanilla, que también comienza a contar con más minutos a causa de las mencionadas ausencias de Robertone o de Iddrisu Baba; y Rachad, el murciano aunque internacional por las categorías inferiores de Marruecos son algunos ejemplos de canteranos que se han asentado en el primer equipo y ya cuentan con protagonismo para Rubi.

En 2019, el saudí Turki Al Sheikh adquirió el Almería por 20 millones de euros. No fue bien recibida su entrada a la entidad por un sector de la afición almeriense, puesto que acababan de ver de forma cercana las traumáticas consecuencias de la mala gestión del jeque del Málaga, Al Thani. Pero nada más lejos de la realidad: Al Sheikh ha demostrado ser un propietario y presidente más implicado, aunque no visita Almería con excesiva frecuencia debido a sus cargos como asesor de la Corte Real del Reino de Arabia Saudita, bajo el rango de ministro, y presidente de la Autoridad General de Entretenimiento por Real Decreto, con el objetivo de mejorar la imagen internacional de Arabia a través del deporte.

A pesar de no haber cumplido con su promesa de que el Almería pelearía por participar en competiciones europeas en el medio plazo, desde la llegada de Al Sheikh al club, se ha modernizado el Estadio de los Juegos del Mediterráneo (actualmente denominado Power Horse Stadium por patrocinios), se ha potenciado la cantera (el Almería B consiguió el ascenso a Segunda RFEF y son varios los canteranos que comienzan a tener presencia en el primer equipo) y ha revalorizado al Almería, ahora destinado a cumplir con los pronósticos previos al comienzo de la campaña que auguraban un ascenso inmediato a Primera.