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Álex Pastor se puso de largo este mediodía de martes, con la pretemporada del equipo ya empezada y con el director deportivo del Málaga, Loren Juarros, a su derecha. Se mostró feliz y sorprendido por lo que es y lo que mueve su nuevo club, ... así como encantado con sus nuevos compañeros: «Estoy encantado de estar aquí y el grupo me ha acogido de maravillas. Siento que esto es una familia. Me siento muy afortunado», introdujo. Estas fueron sus primeras palabras como malaguista.
El central de 24 años de la localidad barcelonesa de Cornellá, que tiene familia en Sevilla y Granada, aseguró que en ningún momento dudó en fichar por el Málaga. Este proyecto es justo lo que quería y necesitaba, afirmó. «Al Málaga quién no lo va a conocer. Además, toda mi familia es andaluza, de Sevilla y Granada. Hace un par de semanas que me contactaron y no tuve dudas. Quería un proyecto estable y vivir en una ciudad como esta. Es lo que necesitaba y quería. Y de esta afición no hace falta decir nada. No había mejor sitio», continuó. «Queremos seguir mejorando en la categoría, consolidarnos y ser un equipo fuerte», ambicionó el zaguero.
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Se autodefinió como un futbolista guerrero, ambicioso y valiente. «Me gusta tener la pelota, ir hacia delante y pelear hasta el último minuto que se pueda. Como todos, lo que queremos es jugar, y lo hacemos donde diga el míster. He sido lateral derecho y pivote. Intento, con mis características, aportar desde donde me toque. Ser polivalente en ese aspecto es una ventaja», dijo sobre sí mismo. Y sobre la Segunda que le espera al Málaga, una de las más históricas y exigentes de la historia de la categoría, opinó que «va a ser una de las más bonitas que se han jugado nunca» y, en primera persona, se mostró convencido de que el Málaga es uno de los equipos con mejor afición, «si no la que más».
Procede del Andorra, donde jugó las últimas cuatro temporadas, lugar en el que coincidió con el exmalaguista Álex Calvo el pasado curso. Habló con él en cuanto supo del interés del Málaga, aunque aseguró que no hizo falta que le convenciera porque ya lo estaba. «En Andorra era un fútbol diferente y el ambiente también», se sinceró. Y antes de llegar al cuadro del Principado pasó por Italia. Cambió la cantera del Espanyol por la de la Sampdoria, en la ciudad de Génova. «Me fui con 15 años a Italia. Era una aventura y una experiencia, me fui a trabajar, sin pensar que ya sería futbolista. El fútbol español es diferente, muy atractivo. Me siento muy afortunado porque soñaba con estar en esta situación», declaró acerca de esa etapa de su corta carrera.
También reconoció la última gesta de sus nuevos compañeros: «Ascender de Primera RFEF es muy difícil. Lo sé porque yo también lo hice». En su primer día como jugador del Málaga, dijo, no hizo mejores migas con nadie, aunque todos le trataron de maravillas: «Esta es una plantilla muy completa. Son un grupo humano excelente, bastante sano y bueno. A seguir reforzándola y a ganar todo lo que se pueda. Todos me han tratado muy bien. Con la afición estoy muy agradecido. Tengo ganas de salir al campo y de que ruede el balón».
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