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La alerta roja en la defensa amenaza con secar los brotes verdes en el Málaga, esa incipiente recuperación en el juego, una línea de continuidad en las prestaciones del equipo que puede irse al garete ante la preocupante facilidad para encajar goles y debido ... a la plaga de bajas en la línea de retaguardia. «Nos están pasando muchas cosas, y casi todas negativas», se quejaba amargamente el sábado Míchel en la sala de prensa delSantiago Bernabéu. No es nada normal que el equipo tenga lesionados a los dos laterales izquierdos especialistas (Juan Carlos y Ricca) y a la tercera opción principal en la plantilla, Torres.
Quien quiera quedarse con el mensaje esperanzador podrá argumentar que el Málaga ha marcado siete goles en las cuatro últimas jornadas (dos al Celta, tres al Deportivo después de no ver puerta en Villarreal, y dos al Real Madrid), y que eso no es habitual en un inquilino de la zona de descenso. Parece claro que el Málaga va a más, reforzado por una continuidad de once y de sistema, y que el calendario concede opciones de puntuar en cualquiera de las cuatro citas ligueras que quedan del año (ante el Levante, en Anoeta, contra el Betis y en Vitoria).
Sin embargo, de igual forma que la sequía realizadora quedó olvidada (con sólo cuatro goles en las primeras nueve jornadas), el problema sigue estando en el dispositivo defensivo. En el Bernabéu fue palmaria la dificultad del equipo para cerrar las bandas, en las que un Real Madrid muy lejos de su mejor versión encontró muchas oportunidades para centrar balones al área. En otros choques fueron los pasillos interiores, con la posición de ‘pivote’ mal cubierta. E incluso el sábado se vio un tremendo lunar a balón parado en el gol de Casemiro, mal contrarrestado por la defensa zonal.
El balance es que el Málaga sigue recibiendo un promedio superior a dos goles en contra por encuentro, lo que casa mal con el objetivo de lograr la permanencia. Con 28 tantos recibidos en trece citas, sólo Las Palmas (32) flaquea más actualmente en Primera, y el resultado es que tiene los mismos puntos en su haber (siete) y se sitúa por debajo en la tabla por este motivo.
A la debilidad defensiva se le suma la carencia de efectivos, ya un problema de primer nivel ante la concatenación de bajas. Juan Carlos, con una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha, no volverá a jugar esta temporada; a Torres no se le espera hasta enero, con una rotura fibrilar en el gemelo izquierdo, justo cuando ya estaba casi totalmente recuperado de otra lesión muscular distinta, y Ricca podría volver como muy pronto ante el Alavés, después de su segunda intervención quirúrgica en un hombro esta temporada. Fue el 24 de octubre, por una inestabilidad residual donde antes tuvo una luxación, y aunque se habló de una inactividad en torno a los tres meses al final pueden ser sólo dos.
La necesidad manda en un Málaga que tendrá que probar ahora con Diego González como ‘tres’, como sucediera en la hora final del partido ante el Real Madrid, o con laterales diestros en su perfil menos natural como el canterano Álex Robles o Cifu.A ambos ya se les ha visto en ese puesto en algún amistoso de la pretemporada.
El resultado es que la plantilla tiene cinco defensas profesionales alineables. A todo esto cabe sumar que Rosales está apercibido de sanción, y Luis Hernández, con tres amarillas. Más el problema de que es una incógnita la respuesta de Diego, que estuvo cerca de pasar por el quirófano por tener afectado el cartílago de una rodilla, que no completa algunos entrenamientos y que podría acusar esta desventaja física si juega con asiduidad durante las próximas semanas.
Hasta las pruebas diagnósticas de hoy el Málaga no va a confirmar oficialmente el alcance de la lesión de Juan Carlos, que sufre seguramente una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha, después de un choque con Lucas Vázquez el sábado. El cuerpo médico llegó a esta conclusión la misma tarde del sábado, lo que da idea de que no se prevén sorpresas al respecto, pero con una lógica cautela se ha preferido aguardar a nuevos exámenes para confirmar una lesión de esta gravedad, que impedirá al madrileño jugar más en toda esta temporada. Al mismo tiempo hay interés por confirmar hoy también que los problemas musculares de Recio al final del partido del sábado se debieron solamente a una contractura en los isquiotibiales izquierdos, lo que le mantendría con opciones de jugar el importante choque del viernes en La Rosaleda ante el Levante (21.00 horas). De ser algo de más importancia, el centrocampista malagueño se perdería el choque. Lo que también parece claro es que el Málaga se queda más limitado en su afán de rotar cara al duelo de mañana en La Rosaleda ante el Numancia, en la vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey (19.30 horas y con una derrota por 2-1 en la ida).
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