Secciones
Servicios
Destacamos
La afición malaguista no ve ganar a su equipo en casa desde el pasado 20 de noviembre (un 2-1 a Las Palmas). Catorce partidos en La Rosaleda después y tras otro plantearse otro proyecto deportivo ilusionante, los resultados siguen sin llegar. La desesperación predomina ... en la mayoría de ellos y no es necesario explicar el por qué. Quizás sí prestar más atención en el cómo, en la manera de salir del atolladero, porque la temporada 2022-23 no ha hecho más que empezar.
La masa social se muestra muy unánime a día de hoy. En torno al 90 por ciento de los seguidores (como refleja una encuesta en la página web de este medio) destituirían ahora a Pablo Guede como entrenador del equipo, sin esperar más partidos, frente a la decisión del Málaga de mantenerle en el cargo, tras cuatro derrotas en las cinco primeras jornadas de esta campaña.
Noticia Relacionada
Así lo ve el presidente de la Federación Malaguista de Peñas, Miguel Molina. «Yo ya lo hubiera destituido. Los números son los que son. Es muy malaguista. Ha sido un ídolo para nosotros, pero no sé si es la persona adecuada para el proyecto, e incluso quizás no hubiera empezado la temporada con él», afirma sin ambages, y aclara que «tú puedes ser amigo mío, pero también te puedo decir que no vales para esta empresa».
En la misma línea se pronuncia Daniel Alcover, presidente del Bádminton Benalmádena. «Es la primera vez en 26 años de socio que un técnico ha tenido tanto tiempo para preparar un equipo en la pretemporada. La gente no es que esté mosqueada porque se pierda, sino porque se ve que son once personas en el campo que no tienen claro a qué se juega. No sé si es falta de adaptación o que los rivales sobrepasan tácticamente al equipo. Y digo todo esto lamentándome, porque sé que todo el mundo le tiene cariño a Guede. Él nos llevó al fútbol profesional y a todos nos hubiese encantado que llegase con él el ascenso a Primera», explica.
Otro aficionado veterano, Salvador Mata, presidente del Frente Comepipas, que apoya en La Rosaleda desde 2007, también es rotundo en su opinión. «A Guede lo hubiera cambiado ya. Sé que él es muy malaguista, pero el equipo no juega a nada, ni a presionar arriba, ni a defender, ni es un equipo ofensivo. A los jugadores no se les ve convencidos. La impresión que da es que no se dejan aconsejar, como si fuera fiel a una idea», sostiene.
Desde la curva de Preferencia con Fondo, Rafael González cree que aún cabe dar un voto de confianza a Guede, como ha decidido la entidad de Martiricos, pero en su fuero interno no cree que sea la solución ni a medio ni a largo plazo. «Yo no lo hubiese destituido aún tampoco, pero la sensación no es la de que que haya mejoría. Creo que en cinco jornadas todavía no se puede destituir a alguien en el que has confiado para un proyecto deportivo, pero la realidad es que tampoco confío en que lo levante», afirma.
«Veo que está cambiando continuamente de ideas, las sustituciones que hace en los partidos son muy raras... y eso que la plantilla nos parecía mejor, porque mezcla veteranía con algo de juventud», añade. En esa misma línea se pronuncia Miguel Molina: «Por plantel tenemos que estar entre los de arriba. Entonces, ¿qué falla? Una parte de culpa la tienen los jugadores, pero cuando un equipo no funciona el primero que paga el plato es el entrenador. No puedes prescindir de doce futbolistas».
«Si la planificación ha sido la correcta, no se plasma en el campo», opina por su parte Daniel Alcover. «Visto desde arriba –continúa–, no se sabe a qué juega el Málaga, e individualidades hay. Se quería jugar sin extremos y para eso tendríamos que tener los dos mejores 'carrileros' de la categoría». Y acaba con una afirmación rotunda: «Dejar a Guede es como la crónica de una muerte anunciada».
Salvador Mata también se suma a la opinión de que hay equipo para más. «La plantilla es mucho mejor que la de otros años. A pesar del problema de las lesiones (tres centrales cayeron la misma semana), para mí es un problema de entrenador. El otro día veía a Rubén Castro pedir a los compañeros que presionaran arriba y no iban... Es como si los jugadores estuvieran encorsetados, con unas órdenes concretas de juego. (Álex) Gallar no hace lo que hacía en el Cartagena, pueden faltarnos extremos...». A ese respecto Rafael González aporta otra idea interesante: «Si echan a Guede y viene otro, a ver cómo lo gestiona, porque hay buena plantilla pero hay pocos extremos». Y añade que «no siempre todo es culpa de uno. Quizás los jugadores tienen su cuota de culpa y Manolo Gaspar otra por haber hecho una plantilla más a gusto de este entrenador».
Finamente, sobre la responsabilidad del entrenador, Daniel Alcover considera que «no sé si Manolo ha hecho un equipo a su gusto, o si es lo que ha pedido el entrenador, pero no creo que echar ahora al director deportivo vaya a solucionar las cosas».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.