El juego fue interrumpido durante casi tres minutos durante el primer tiempo del partido de este domingo en La Rosaleda, entre el Málaga y el Murcia y correspondiente a la trigésima tercera jornada liguera en el grupo 2 de Primera RFEF. Fue el susto del encuentro, aunque afortunadamente sin consecuencias. Un aficionado varón de mediana edad fue atendido por un desvanecimiento cuando se cumplía el 16 del primer tiempo.
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Todo quedó en nada de consideración. Los efectivos de la Cruz Roja subieron de forma rauda desde pie de campo al anillo superior de Fondo Sur para dirigirse a la zona donde se produjo la incidencia, en la primera fila (la más baja) de ese graderío, y tras unos instantes con el juego parado el choque se reanudó.
Un atacante del Murcia y el delegado del Málaga, Raúl Iznata, fueron los primeros en advertir de forma vehemente al árbitro del partido, el extremeño Antonio Sánchez Sánchez, de que detuviera el juego. La grada tuvo una respuesta también muy respestuosa. El protocolo en estos casos obliga a que se no reanude el encuentro hasta que haya tranquilidad sobre el aficionado afectado, comose produjo afortunadamente. De hecho, el seguidor no tuvo ni siquiera que abandonar el recinto para una asistencia hospitalaria. Todo quedó sólo en un susto y pronto continuaron los cánticos de la Grada de Animación.
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