El administrador y Manolo Gaspar felicitan a la plantilla por su rendimiento hasta el momento

En el Málaga actual quieren ser un club familiar y unido. Desde los principales puestos de responsabilidad se busca transmitir cercanía, un pilar básico para el fomento de la empatía. Por eso, la comunicación se ha vuelto fluida y constante en el seno de la entidad malaguista, con el administrador judicial, José María Muñoz, como principal impulsor de esta idea.

De ahí que tanto él como el jefe del Área deportiva del club, Manolo Gaspar, hayan querido reunir a toda la plantilla que dirige Sergio Pellicerpara felicitarles por su rendimiento hasta el momento y animarles a seguir por la misma línea de trabajo. Un encuentro breve en la sala de prensa de La Rosaleda, donde el administrador proyectó algunas de sus inquietudes a los jugadores de forma directa. La principal fue la fijación por la permanencia, clave para la viabilidad del club.

«Con la finalidad de reconocer las buenas actuaciones que han realizado hasta la fecha, que colocan al Málaga en octava posición con 25 puntos, José María destacó la unión del vestuario como una de las claves para la consecución del objetivo de la permanencia. Además, hizo un llamamiento a la continuidad del buen ambiente, para que la imagen del abrazo colectivo del partido contra el Fuenlabrada pueda repetirse», informaron desde el club.

El encuentro persiguió reducir el habitual distanciamiento entre los despachos y el césped, y respaldar a la plantilla. Manolo Gaspar y José María Muñoz también avisaron de que aún no está todo hecho y que aún falta la fase más decisiva del año, aunque eso no quita para celebrar lo ya conseguido. Este ejercicio de reflexión se produce justo antes de arrancar la recta final de la competición en 2020, que contará con tres partidos (dos de Liga y uno de Copa), y después de una sentida derrota ante el Cartagena.

Durante esta semana, José María Muñoz y Manolo Gaspar también tuvieron una reunión parecida con el equipo femenino que dirige Nati Gutiérrez, que al contrario que el conjunto masculino, se encuentra en una mala dinámica de resultados. En este caso, desde la dirección buscaron «subir la moral» de las jugadores, como precisaron desde el club, que definió este encuentro como una «terapia de grupo».