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Primero fue Sadiku y luego lo hizo Aarón. Ambos se despidieron tras acabar su contrato con el Málaga, como otros que también cumplieron su vinculación: Mikel, Buenacasa y Luis Muñoz. Pero el atacante alicantino lo hace más triste que el resto porque ni siquiera ... pudo cumplir su objetivo de volver a competir tras un año y medio apartado de la élite tras su salida de Malasia, donde probó en el Johor Darul Ta'zim. Termina sin haber debutado.
El año pasado decidió regresar a España para reengancharse a LaLiga y recaló en el Lugo, donde después de estar un mes entrenando no pudo ser inscrito. El Málaga aprovechó el momento para ficharle y completar su máximo de 18 fichas profesionales con él. Aunque a la larga ha resultado ser una incorporación irrelevante; en blanco. Por eso, el mismo Aarón lamentó no «haber podido ayudar». Él mismo lo explica en un mensaje a través de las redes sociales.
«Las cosas vienen como vienen, dos lesiones pequeñas hicieron que no se cumpliera esa obsesión que tengo de volver a competir. Siempre positivo, y preparándome para volver más fuerte que nunca», explicó. A decir verdad también tuvo la mala fortuna de no poder aprovechar su buen momento de ritmo conseguido en Lugo al incorporarse al Málaga en febrero, porque poco después se paró la competición por el coronavirus.
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Pero en marzo, desde el vestuario se desprendía una gran impresión del jugador por su estado de forma y sus ganas de volver a dar su mejor nivel. Tras el confinamiento mantuvo esa ilusión. Llegó a decir que tiene «la misma ilusión que Iván Jaime, Quintana o cualquier joven», pero tras superar el mes de la atípica pretemporada tras el confinamiento sintió una lesión de rodilla que le impidó estar disponible.
Se recuperó a tres partidos para el final, pero ya era tarde. Entró por primera vez en la convocatoria para el penúltimo encuentro de Liga, pero fue uno de los descartados. Fue ya en el último compromiso, contra el Almería, cuando se puedo estrenar como suplente en el banquillo; vestido para debutar, pero tampoco. A pesar de las rotaciones no jugó y despide su paso por el Málaga en blanco. Aún no está claro si el club cuenta con él para el año que viene, para lo que tendría que ofrecerle una renovación. Aarón, por si acaso, no se despidió definitivamente. Ahora mismo es jugador libre.
En el Málaga no existen precedentes recientes en relación a un jugador que se marchara del equipo sin haber debutado en alguna competición. Pasaron por el equipo blanquiazul futbolistas que tuvieron largos periodos de inactividad y una escasa participación, como fue Rodrigao, que jugó en la Copa, o más recientemente Casado, que se incorporó al equipo blanquiazul para recuperarse de una lesión, si bien al final de su estancia en el cuadro de Martiricos tuvo minutos de juego.
El caso de Aarón tiene un último precedente en el centrocampista Moreno, que en la campaña 94-95 tampoco llegó a debutar con el equipo. Eran los primeros momentos del nuevo Málaga tras su desaparición. De esta forma, más de veinticinco años después ha vuelto a marcharse un jugador blanquiazul sin haber vestido su camiseta en ningún partido oficial.
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